Se conocían desde la infancia, el amor creció entre ambos sin saberlo, sin pensarlo.
Cada verano sus familias se reunían
Los sentimientos empezaron a surgir
Cuatro adolescentes, un verano, muchas experiencias y amor
Esta es la historia de Emily Bro...
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Me incorporo lentamente siento una rodilla en mi abdomen, Grace no es la mejor compañía a la hora de dormir, la empujo y logro pararme.
Entro al baño, al salir me decido por usar un bañador rosa pastel de dos piezas y enzima un vestido con transparencias blanco.
—Grace despierta— ella ni se inmuta
—Vamos, quiero ir a la playa— la rubia tapa su cara
Agarro la almohada y se la tiro enzima—Me vengaré perra— chilla Grace
Yo solo rio y me abalanzo enzima de ella
—Bien bien dame 10 minutos— deja la cama para ir a ducharse —Te espero en el balcón
Me dirijo hacía el pequeño living este tiene un balcón que da directo a la playa, la brisa marina inunda mis pulmones
Extasiada por el grandioso aroma, suspiro
—Despierta tan temprano— dice una voz conocida en mi espalda
—Quería dar un paseo— le digo a Matt
—¿Sola?—sonríe
—Logré despertar a Grace—le muestro una sonrisa de dientes, el ríe —Que se diviertan— sale del salón
Recuerdos de cuando éramos pequeños vienen a mi
Cuando cambiaste tanto Matt, en ese entonces mostraba interés por mí
Escucho mi estómago sonar, maldigo por lo bajo y me dirijo a la cocina, abro el refrigerador
Encontrándome unos trozos de sandía que habían dentro
Saboreo la exquisita fruta y con mis mejillas llenas volteo para ver un Harry sudoroso y sin camisa nuevamente
Me enfoco en su abdomen, las gotas de sudor caen haciéndolo lucir tan malditamente violable
Al parecer estuvo haciendo ejercicio y Dios Mío si que se mira bien.
Casi me atraganto y el ríe tomando un vaso con algo que parece un licuado asqueroso
—Creo que alguien tenía hambre— levanta sus cejas —¿Te gusta lo que ves?
Se dio cuenta Emily eres de lo peor, y como no va a darse cuenta si prácticamente lo estoy violando con la mirada
Logro pasar lo que tenía en la boca y el se me acerca —Deberías aprender a comer Emi— con una servilleta repasa mis labios y me observa directamente a los ojos mientras lo hace
Tomo aire —Puedo hacerlo sola— musito, ríe por mi reacción
—Como digas— levanta las manos en rendición y se marcha botando la servilleta para luego poner su vaso en el lava platos y dejarme absorta
