Que pequeño es mi mundo

Sonrisas Contagiosas

Cap 2.   * SONRISAS CONTAGIOSAS*
Me gusta cantar no sé los puedo negar mis neuranas eran testigos de mis sonrisas y escalofríos, tengo mucho que contarles pero no se por donde comenzar. ¿Acaso es malo ver cómo sufres y seguir sonriendo? No conozco la respuesta pero se que al menos puedo ser feliz ayudando a otros hacerlos y así comenzó mi historia donde las lagrimas causaban sonrisas al final del día. He vivido la mitad de mis décadas con muchas cicatrices que se adelantaron a los hechos y maduré por adelantado pero eso que late muy rápido era lo único de bajo rango con poca experiencia que vivía por su cuenta. No sé qué me llevo a querer intentar conocer más de estas calles ocultas pero la curiosidad tiene mucho sentido de culpa pero me termino matando como a un triste gato y sus 7 vidas. Ya acostumbro a vivir en este mundo donde tiene partes con infinitas luces y un pasillo sin ladrillos donde las princesas son las malas y las brujas eran caperucita roja nada tiene sentidos lo sé pero al final del día todo tenía sentido con mis sonrisas contagiosas.

Todo lo malo que he vivido no ha sido por amor sino los golpes fuertes de la vida y las caídas que tuve que sufrir para seguir de pie y sonriendo, me da escalofríos cada vez que pienso en cada persona que estuvo a mi lado y un día se fue sin marcha atrás pero al final del día entonces no vale la pena llorarles por que no van a volver. Jamás entiendes que es monotonía hasta que te das cuenta que vives en ella y quieres detener tus pensamientos y suspiros para cambiar un simple segundo de vida, yo perdí mi valioso tiempo en personas que no lo merecían por que me inspiraban aún así a ser mejor persona aunque no recibiera nada a cambio pero ya no había más cosas que hacer y un día me cansé de la monotonía de la que tanto hablé un día y dije que muy pronto me cansaría de vivirla.

He tenido que ocultar tantas sonrisas por momentos injusto deseo crecer y ser como debería ser no como la vida me obliga a ser. Al final de día siempre yo sé florecer como un bello nardo y me encanta ver cómo ha otros eso le hace bien y motiva a sonreír igual o quizás mejor de lo que yo lo pude hacer. La felicidad es una palabra que cuesta pero ya no hay guerra que la detenga cuando ya estás decidido a vivir para serlo. Admiro cuando mis noches detrás de las cortinas son tan bellas con un lindo pintar de mi amiga "Sol" no sé pero aveces el me pinta las mejores mañanas cuando me levanto y presiono el botón. Esta historia es tan rara pero tan interesante por que no podemos vagar por la vida dándole sonrisas contagiosas a personas farsantes.