- ¡Una pijamada! ¡¡Tengamos una pijamada!! Se escucho por todo el lugar la ruidosa voz de Asakusa entusiasmada
- Me rehuso totalmente. Contesto Kanamori en un tono serío y de manera concisa como era de esperarse de ella.
- Aaw Kanamorii!! Vamos, será divertido!! Regateo Tsubame
Las tres se encontraban trabajando en un nuevo proyecto para la escuela, discutían esto mientras Tsubame revisaba algunas referencias en su computadora, Asakusa terminaba de pintar los fondos de algunas escenas y Kanamori organizaba algunas hojas con más referencias y cosas importantes.
- Miren todo el trabajo que tenemos aquí y de verdad quieren desperdiciar tiempo que no tenemos? por favor piensen en sus prioridades a menos que ustedes dos quieran trabajar sin dormir durante varios días seguidos.
- ¡¡Como los profesionales!! Exclamo Asakusa
- Ojala nos pagaran como a ellos.
Tsubame se detuvo un momento dando un corto suspiro afligido.
-nee~... yo si quería una pijamada, chicas amo trabajar junto a ustedes pero algo así creo que también me hace ilusión... La voz desanimada y ligeramente agotada de la modelo resonó por toda la sala dejando un silencio abrumador, no había nada que hacer.
La esbelta chica de melena lacia se levanto de su lugar y salió sin decir absolutamente nada dejando a una Asakusa y Tsubame algo confundidas se lanzaron miradas para ver si alguna de las dos sabía hacía dónde había ido la mayor o si tal vez se había molestado.
- Creo que fui un poco imprudente, lo siento... Dijo la castaña incorporándose de nuevo por completo a sus dibujos.
- ¡No te preocupes! Kanamori es solo Kanamori, además lo de la pijamada fue mi idea así que ¡es mi culpa! seguro solo fue por su ración de leche diaria. Midori intento poner su tono más alegre para animar a su compañera.
Segundos después la puerta se abre nuevamente de golpe dejando ver a la recién salida de regreso con su botella de leche en mano, al parecer la menor estaba en lo correcto, las miradas de las artistas se encontraron y se dedicaron una sonrisa mutuamente, la castaña se sentía más tranquila ahora.
La pelinegra volvió a tomar su lugar, tomó un sorbo del lácteo y habló de forma tranquila.
- Muy bien tengamosla, será esta noche.
Al soltar esta declaración se pudo escuchar un largo ¡¡¡¿¿¿EEEHHH???!!! al unisono de las dos estudiantes que incluso hizo volar a las aves cercanas e hizo huir al tanuki que había estado hurgando sobras entre la basura.
- Ju-justo hoy?? E-en en donde?? Tsubame se puso de pie sorprendida.
- ¡¡Que sea en mi casaaa!! Esta semana no ha estado mi familia, ellos fueron a visitar a la abuela. Grito con entusiasmo una pequeña Midori de pie en su silla
- Muy bien ¿Tsubame si puedes?
La castaña ya se encontraba marcando a su padre para ver si obtenía el permiso y unos segundos después colgó llena de alegría asintiendo con la cabeza.
- Entonces esta decidido nos veremos hoy a las 6 en casa de Asakusa.
Las dos chicas que trabajaban duro hace un momento dibujando y pintando ya se encontraban abrazándose y saltando de alegría celebrando la reunión de está noche.
Kanamori miraba hacía otro lado con un sentimiento incomodo, esas dos se han vuelto muy cercanas pensó vagamente para después alzar la voz esta vez en un tono severo.
- Esta noche haremos la pijamada pero con la condición de que también continuaremos el trabajo, tomaremos descansos y podemos hacer otra cosa pero nos tenemos que concentrar en terminar esto también ¿entendido?
- ¡Siii! Nuevamente al unisono Tsubame y Asakusa respondieron cual soldados a su comandante.
Se dibujo una ligera sonrisa en el rostro de la más alta y se dispuso a seguir ayudando en lo que podía mientras las otras ya se encontraban trabajando ahora con más entusiasmo y hasta más prisa.
- "Espero esto las aliente" pensó y sin querer miro de reojo a Asakusa sus ojos brillaban y su aura lucía como una llama feroz que arrasaría con todo el lugar, Tsubame también lucía emocionada, a pesar de que apenas ese año habían conocido a la modelo, la anterior y Asakusa ya se habían hecho muy cercanas, Kanamori aveces no sabía como sentirse cuando las veía tan juntas o parecían comprenderse tan bien, algo dentro de ella se sentía extraño, decidió ignorar la ráfaga de pensamientos y continuo con sus tareas.
