365 días ↬ JiHan

Final

- Jisoo, amor... ¿estás listo? - Seokmin llamaba desde la puerta de entrada de se hogar con su pequeño bebé de casi un año en sus brazos. La pareja vivía allí desde que Seokmin le propuso matrimonio a Jisoo.

Seokmin al enterarse que su menor estaba esperando un hijo de él decidió revelar sus sentimientos, aquellos que se esforzó por tanto mantener escondidos de el contrario, y finalmente se casaron. Jisoo aceptó la propuesta con algo de temor, ya que aún tenía sentimientos por su "Hannie" y aún tenía esa estúpida meta, como Seokmin le llamaba. En verdad el mayor no quería perder a Jisoo, a su Jisoo, por lo cual intentó de diversas maneras el hacer que se olvidara de su difunta pareja.

- Papá Jisoo... ¡Date Pisa! - El pequeño Chan, llamaba a gritos a su papá que aún estaba encerrado en el baño de la casa. Finalmente luego de un rato se escuchó la cisterna del baño ser vaciada.

Jisoo bajó rápidamente junto a una mochila en sus manos, luego de aquello, con sus ojos ligeramente rojos e hinchados, a lo que inmediatamente su esposo se acercó para acariciar una de las mejillas ajenas. Al sentir aquel contacto, el menor cerró sus ojos para relajarse ante las caricias que le entregaba su marido.

- ¿Estás preparado, Amor? - Seokmin habló con palabras tan suaves, llenas de cariño y preocupación que hacían de Jisoo sintiera una calidez en su pecho. Luego de unos segundos en los cuáles se dedicaron a mirarse directamente a los ojos, Jisoo asintió con su cabeza.

Luego de una hora la pequeña familia se encontraba sentada en sobre el verde césped, frente a una lápida de mármol con el nombre de Yoon JeongHan grabado en letras de color negro, un Jisoo de manos temblorosas dejó un ramo de rosas blancas sobre la lápida mientras que su pareja acariciaba con delicadeza sus cabellos.

Derrepente el menor de la pareja abrió la mochila que traía consigo, para sacar 11 cartas que estaban dentro de sus respectivos sobres.

- Creo que ya es hora de dejarte ir, Hannie... debo dejar ir los recuerdos, todos los lindos momentos que tuvimos al igual que todos los malos momentos, nuestra relación no fue más que una relación tóxica en la cual me mantuviste amarrado aunque ya estaban a las 3 metros bajo tierra. Lo siento, pero ya no te amo... ya tengo a quienes amar y me aman incondicionalmente sin remordimientos. - Jisoo sacó un pequeño mechero de uno de los bolsillos de su jeans, rápidamente hizo aparecer la llama de fuego, con la cual comenzó a quemar las once cartas que escribió hace un tiempo. Las once cartas que contenían sus mayores deseos, once escritos donde estaba su sufrimiento, once papeles con planes suicidas escritos, once meses en los cuales todos fue oscuridad... pero aquella oscuridad desapareció con la llegada de su bebé, con su matrimonio. Allí encontró una manera de ser feliz, una manera de superar aquella relación tóxica con JeongHan.

Era la hora de decir adiós a la persona que hizo su vida un caos.

- Te amé tanto, pero aquellos sentimientos se fueron... Donde quiera que estés, lo siento, espero que seas feliz... te lo dice un ahora feliz Hong Jisoo. - Las cartas, ahora cenizas, cayeron lentamente sobre el mármol de la lápida.

Finalmente la pareja junto al bebé abandonaron el lugar, sin intenciones de regresar en su vida. Volvieron a su hogar, al hogar donde siempre serían felices.

Aquel dia, luego de muchísimo tiempo Jisoo pudo decirle a Seokmin cuanto le amaba.