parte 1

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- te encantara la gran ciudad, no tiene tanta agua, pero el rio te servirá de consuelo- comentaba el padre de taeyeon mientras limpiaba sus lentes, sentado en el asiento del conductor, esperando el cambio del semáforo- la universidad es hermosa también, al menos lo que pude revisar por el campus.

no la miraba, sus ojos cansados estaban mas concentrados en el camino, que en su hija sentada al costado. Cruzaba nerviosamente sus gordos y cortos dedos por el escaso cabello detrás de su nuca. su camisa desgastada y ma arreglada le hacia ver aun mas molesto de lo que parecía.

taeyeon le miro rogando que este volteara a verla. pero su padre seguía conduciendo sin inmutarse. la pequeña rubia dirigió su mirada perpleja, a los grandes edificio que adornaban el paisaje de esta aterradora nueva ciudad. entre sus manos doblaba con cuidado el ya arrugado folleto de la nueva universidad. 

la universidad de artes de corea no era la primera opción, no al menos para una familia con la historia de los kim, pero si vas a vender tu vida por un compromiso de tus padres, al menos que te dejen estudiar donde quieres. Sobre todo si solo necesitas un titulo y ya. al menos se podría pasar los siguientes 3 años aprendiendo lo que de verdad querría, aunque no lo utilizase cuando se esclavice a algún alfa idiota.

-trajiste tus medicamentos?- pregunto su padre, sin mirarla aun

-si, padre- exclamo en voz baja taeyeon, mientras seguía analizando el saturado paisaje citadino.

-tu madre te abro una nueva cuenta, puedes usar la nueva tarjeta pero revisaremos los saldos.

su madre no de estaba de acuerdo con su "pequeño acto de rebeldía" , para ella una omega de casta pura como lo era taeyeon, debía pasar sus días aprendiendo a ser una buena esposa y , esperando paciente cuando los hwang finalmente entregasen a su hijo mayor en matrimonio, uniendo a las dos familia.

-gracias padre- paso largos meses llorando y rogando a sus padres, para que la dejaran partir con rumbo a seul, y así poder vivir sus últimos años de libertad.

no fue tan alegre como imagino cuando finalmente le dieron el si, sabia que ahora la dejarían sola y si era sincera con sigo misma, no estaba lista para dejar el hogar en un arrebato.

a medida que se adentraban en el campus, taeyeon pudo ver estudiantes moviendo sus cosas, algunos acompañados de sus padres otros en soledad. estacionaron lo mas cerca de la entrada que pudieron. su padre se bajo sin decir nada, abrió el maletero y comenzó a colgar el bolso de la rubia en su hombro, le entrego una caja y camino buscando la entrada. taeyeon lo siguió desde atrás, mientras sentía fuertes aromas por todas partes. 

en seul los supresores se usaban hace muchos mas años que en la periferia del país, aun así existía un espeso e incomodo olor alfa en el aire, taeyeon se sentía apriscada en este nuevo lugar, no estaba lista y lo sentía con creces.

se adentraron el los dormitorios, había ruido por todos lados, y los compañeros de habitación ya comenzaban a conocerse y organizas sus cosas. puertas abiertas, bolsos en el pasillo, cajas por desarmar. el padre de taeyeon se adentraba esquivando a los estudiantes, las cajas, los bolsos, la ropa. caminaba impaciente buscando los números de la puerta. 

al final del pasillo, se encontraba una pequeña puerta cerrada. el padre de la rubia se detuvo revisando la hoja  blanca que llevaba en la mano.

-aquí es- toco la puerta, esperando en silencio, con taeyeon expectante mirando la puerta con nervios. abrió la puerta una joven alta con cara de bebe, miro ambos con una sonrisa de oreja a oreja, esperando que alguno de ellos hablara. era alta y delgada, con el cabello largo amarrado en un tomate mal armado, vestía pantalones de buzo que harían que su madre tuviera un ataque, y los combinaba con una corta y desgastada polera de hello kitty que claramente tuvo mejores años.

Tómame con cuidado.Where stories live. Discover now