Pianosexual 🔞 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷 2shot

ONE

La peor manera de descubrir fetiches raros es estando en el recital de piano de tu mejor amigo, Yoongi es y ha sido mi mejor amigo a través de los años, nos conocemos tanto y tan íntimamente que algunas personas que no nos conocen han llegado a creer que somos novios. Siempre lo he visto practicar y su belleza estando sentado tocando el piano es inigualable, pero cuando estamos juntos suele practicar estilo libre, es un excelente compositor y las melodias que crea son increiblemente hermosas. No debería ser nuevo verlo mover sus manos sobre el piano. Sin embargo lo es.

La primer incomodidad del día comenzó con el primer concursante, según el programa entregado, tocando La campanella, cuando la melodía comenzó a ser más intensa algo debajo de mi cintura reaccionó, concursante tras concursante mi erección crecía como un estúpido y hormonal adolescente. Para cuando Yoongi se sentó a tocar estaba completamente sobreestimulado, la ropa se sentía molesta y terriblemente apretada. Agradecí al frío de haber traído un suéter largo que tomé prestado de Taehyung porque combinaba perfectamente con mi nuevo abrigo.

Según el programa Yoongi estaba tocando Fantaisie-Impromptu(Op. 66), el sonido comenzó inmediatamente a ascender haciendo sus manos moverse con maestría sobre el teclado del piano, cada tecla siendo acariciada. Sentí el orgasmo elevarse en mi ser como una corriente eléctrica y entonces Yoongi comenzó a tocar con suavidad, el ritmo tranquilo se burlaba de mis latidos y mi agitada respiración. Se removí incomodo.

Yoongi se veía increíblemente sexy, sosegado, concentrado en la tarea, su traje negro que yo personalmente había ajustado a su anatomía para que fuera a medida resaltando sus manos largas y pálidas. La melodía comenzó a crecer en intensidad nuevamente, volviendo a la serie de notas del caótico inicio que me estaba enloqueciendo, el orgasmo detenido creció con una fuerza sin igual, mi labio dolía, estaba siendo horriblemente lastimado por mis dientes, intentando evitar los jadeos por el placer. Para cuando las ultimas notas rápidas golpeadas casi con violencia dieron paso a un ritmo más tranquilo un gemido agudo y mal retenido se escuchó en la sala, salí corriendo terriblemente avergonzado y me encerré en el baño.

Localicé en el bañó un cubiculo vacio y me encerré en él. Lloraba en silencio, nunca me había ocurrido una cosa similar. Escuché la puerta ser abierta y mordí mi mano para acallar los sonidos de mis sollozos, vi a alguien sentarse recargado en la puerta del cubículo del baño en el que me encontraba, el traje negro con las costuras blancas que había arreglado indicaba quién era el sujeto en cuestión.

-Estuviste toda mi presentación incomodo, ¿que sucedió allá afuera?- dejé de morder mi mano y permití a los sollozos salir finalmente, su simple presencia siempre traía tranquilidad a mi ser.

-Yo no sé como pasó- hipaba intentando explicar.

-Ven sal y hablemos- habló con calma y dulzura, nunca entendí a la gente que consideraba a Min Yoongi como un tipo frío y amargado. Salí y mueca preocupada me hizo sentir más mal, estiró sus brazos y lo abracé enterrando mi cara en su pecho, donde siempre me he sentido seguro. -Ya, ya, ya pasó, ¿puedes hablar ahora?- acariciaba mi cabello con suavidad. Me retiró de su pecho y sujetando mis dos mejillas limpió con sus pulgares las lagrimas, respiré profundo para  poder hablar.

-Yo estaba escuchando y viendo las presentaciones- respiré profundo hipando. -Y entonces empecé a sentirme extraño- El rostro de Yoongi permanecía sin expresión pero escuchaba con atención y asentía instándome a seguir hablando. -Empecé a sentir... comencé a tener una erección- asintió esperando a que continuara. -Y fue creciendo durante las demás presentaciones hasta que saliste tú y yo...- comencé a llorar otra vez y levanté el suéter que dejaba ver mi pantalón jean mojado en la entrepierna, me abrazó y acariciaba mi cabello y espalda tranquilizandome.

-Eso explica todas tus expresiones, fue terriblemente complicado concentrarme cuando mordías tu labio y re removías, me irá muy mal por cierto, perdí dos notas con tu gemido- empecé a llorar otra vez murmurando disculpas y me separó otra vez, besó mis labios y me callé por la sorpresa. -Lo siento, no te callabas, es normal, bueno no es normal, pero no está mal que te guste a tal grado el ver a alguien tocar el piano, me alegro de que te hayas corrido en mi presentación, me halaga incluso, me habría sentido muy celoso de que lo hubieras hecho en otra presentación- golpeé su pecho suavemente y sujetó mi mano acariciándola. -¿Yo tocando Piano es lo único que te gusta?- lo miré confundido cuando sus labios se volvieron a estampar contra los míos moviéndose con tanta maestría como sus manos, me recargó contra la pared encerrando mi cuerpo contra ésta y el suyo, el calor era abrazados entre nuestros cuerpos, enredé mis dedos en sus negros cabellos acercándolo más a mi, me movió hasta el lavamanos y me cargó sentándome en la barra de estos, enrede mis piernas en su cadera que empezaba a moverse contra la mía provocando un erótico roce que me tenía jadeando entre beso y beso.

-Yoon- mi cabeza fue capaz de decir en cuanto sus labios dejaron los míos y se traslado a mi cuello besando y mordiendo suavemente. -Esto- gemí agudo. -Está mal- se retiró avergonzado, como si creyera que me había sentido incomodo. -Alguien puede entrar- lo acerqué con mis piernas besándolo nuevamente. -Esperemos a que esto termine y vayamos a casa- sonreí embobado.

-Tenemos mucho de que hablar- asentí de acuerdo acomodé mi ropa y le acomodé el cabello que había despeinado con mis dedos. Sujetó mi mano y salimos del auditorio después de recibir instrucciones de su profesor.