Capítulo 12: Etapa III: Hotel California; es decir, Aceptación pt. 2 🌈

11 1 0
                                    

Alex

- ¡Vengan a comer! - Exclamó Kim una vez que terminó con los platos y yo desvié la mirada avergonzada de él. En cuestión de segundos los tres pequeños monstruos salieron de la habitación como potros locos, sentándose en sus puestos frente a la mesa. - Señorita, tome asiento. - Dijo, y yo tuve una combustión espontánea interna. Kim había dicho "señorita" en español. Joder, habló en español y con su vocesota. Ay mierda, mierda, creo que me va a sangrar la nariz.

- ¿Acabas de hablar en castellano?

- Me da mucha curiosidad cuando hablas tu idioma con tu familia, Materazzi. Digamos que he intentado investigar un poco. - Sonreí y volví a sonrojarme. Últimamente no controlaba mis sonrojos, se volvían cada vez más espontáneos y aparecían por la tontería mas mínima y boba que Kim hiciera.

- Noona, ¿te sientes bien? Estas muy roja, pareciera que tuvieras fiebre. - Preguntó Dae.

- Tranquilo, Dae, estoy bien.

- Tiene rato así - Dijo mientras me tocaba repetidas veces la frente, las mejillas y el cuello -, iré por el termómetro. - Kim se puso en pie y arrimó la silla.

- ¡No, espe- - Y como siempre, se fue sin escucharme. Bufé y reposé la cabeza sobre la mesa, a veces Kim era verdaderamente imposible. Escuché al mini trio de monstruos reír por lo bajo y al levantar la cabeza ellos se callaron; los fulminé a los tres, en especial a Danny y Seowon que se veían con mucha complicidad para mi gusto.

- Aquí está, abre la boca, Materazzi. - Dijo Kim llegando con un termómetro electrónico.

- Ya te dije que no tengo fiebre.

- Abre la boca.

- No.

- Abre la boca.

- Te digo que estoy bien.

- Estás consciente de que no te voy a dejar tranquila hasta que abras la boca, ¿verdad? - Rodé los ojos, lo peor del caso es que Kim tenía razón; hasta que no lograra hacerme abrir la boca no me dejaría en paz. Inhalé y exhalé todo el aire que tenía en mis pulmones y finalmente abrí la boca con fastidio, Kim acomodó el termómetro debajo de mi lengua y volví a cerrar.

Esperamos los minutos correspondientes hasta que por fin me quitó el molesto aparato de la boca. Kim leyó el termómetro y me miró extrañado.

- 37.4°, no entiendo. ¿Estará descompuesto? Iré por el termómetro de mercurio.

- Calmate. - Dije tomándolo del brazo para que volviera a sentarse. - El termómetro no está descompuesto, esa es mi temperatura natural.

- Pero es que...

- Estoy bien, Kim, no tengo fiebre. Si tuviera fiebre creeme que ni siquiera pudiera mantenerme en pie. - Expliqué. - Ahora come antes de que se enfríe. - Kim tragó saliva y asintió varias veces no muy convencido de mi.

Comimos en medio de risas, aparentemente Daesung y Danny ya se habían reconciliado, aunque eso no quitaba que Danny le recordara de vez en vez por qué se había enfadado con él en un principio -Sí, se había molestado por culpa de Hanna otra vez. Esa niña era su némesis. -, Seowon sólo se carcajeaba del drama de Danny y Dae y Kim y yo, por nuestra parte, nos tocó reprimir la risa para evitar las miradas fulminantes de los pequeños.

Kim recogió la mesa y entre los dos lavamos y secamos los platos sucios mientras los chicos jugaban en la habitación. Aunque estábamos en silencio, era un silencio cómodo, que no necesitaba palabras para ambientar el lugar.

- Los monstruos están en la habitación, ¿que te parece si vemos una película? - Preguntó Kim en tono casual, yo asentí.

- Claro, ¿cual vemos? - Dije aún más casual. Actúa normal, estúpida. Kim buscó entre las películas que tenían, una por una hasta que me enseñó una carátula.

Frente a mi puerta ➡ KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora