Fuerza

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Nos estamos rindiendo ante cuervos y peces gordos, que vengan los tiburones que yo mismo los enjaulo a todos.

Hay promesas que deben hacerse sin decirse, porque una vez que vayan a decirse ya no podrán hacerse.

Y lo descubrí después de mucho tiempo. Veía belleza en tu desorden,  amor en tu indiferencia, cariño en tu timidez, calor en tu gran frialdad. Ya era tarde cuando quise recrearlo, tu misma mataste los ángeles que abrían un hueco en el cielo para iluminar todas mis emociones hacia ti.

Sentimientos PasajerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora