One-Shot

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¿Cómo comenzar?, quizás de una forma no tan patética como esta, quizás debería borrar el comienzo, quizás ni debería escribir esto, pero como siempre decías, "no hay un quizás, ni un tal vez, hay un ahora", eras bastante sabio, era un de las cosas que me gustaba de ti, bueno, volviendo al tema, te escribo esto para desahogarme, o eso dijo Shuya, que debería desahogarme y que escribir una carta era una buena forma, pero ¿sabes qué?, mejor que se joda, no te voy a escribir para contarte mis penas, mejor recordemos los dos nuestra historia, sí, eso hare, es lo mejor.

En este momento tengo una sonrisa, por ti.

Recuerdo el día que te conocí, ¿Cómo no hacerlo?, llegaste a mi vida de golpe, literalmente, me golpeaste porque le jale el cabello a tu hermana, Haruna era una llorona, aún sigue siéndolo, pero en esa época lloraba por todo, apenas nos vimos nos odiamos, éramos dos niños de 6 años peleando por tonterías, nuestros padres eran socios y grandes amigos, así que nos encontramos en muchas ocasiones, al principio eran peleas, yo molestando a Haruna y tu defendiéndola, la pubertad llego y fue horrible, nuestras discusiones aumentaron, sinceramente te odiaba.

Pero todo cambio ese día, el imbécil de Mamoru aún me lo recuerda, su estúpida sonrisa siempre me hace enojar, pero no lo puedo culpar, perder esa apuesta y tener que disfrazarme de cupido fue, a mi desgracia, muy gracioso y tu sonrisa me lo hizo saber, una sonrisa burlona y llena de maldad y fue en el pequeño instante que ese gesto lleno de maldad pura se volvió una sonrisa tierna y amable que algo en mi cambio.

Nuestras peleas disminuyeron y empezamos a hacernos amigos, la pequeña relación amistosa que teníamos se intensifico cuando Shuya y Shiro empezaron a salir, como buenos amigos decidimos hacer las paces para que no hubiera conflictos entre ellos por nuestras peleas, poco a poco formamos nuestra propia amistad, aunque no duro, porque no podía dejar de pensar en ti, no como amigo o rival, sino como pareja, tus virtudes se convirtieron en mi fascinación y tus debilidades en mis preocupaciones.

Aun sonrío recordándolo.

Cuando decidí confesarme fue un caos, Shuya y Mamoru me ayudaron, ojalá me fuera negado, me convencieron de hacer muchas estupideces, ahora que lo pienso la mayoría fue solo para fastidiarme, pero al final del día pude decirte mis sentimientos, mojado, con una peluca de payaso y un gran incendio detrás de mí, pero lo dije, sin rodeos o espectáculo, solo dije lo que sentía, recuerdo el beso que me diste y la enorme sonrisa que se formó en tu hermosos labios, en ese momento podía sentir que si moría, lo haría feliz.

Todos aceptaron nuestra relación, amigos, conocidos y familias, éramos felices, tuvimos varios problemas, pero los superamos, incluso hubo celos por mi parte, pero tú nunca me abandonaste, ni me dejaste de amar, yo tampoco pude dejar de amarte, incluso aun te amo.

La adultez empezó a asomarse y la universidad llego, los dos éramos los herederos de las empresas familiares, debíamos seguir los pasos de nuestros padres, gracias a ello pudimos estudiar en la misma universidad, los problemas que llegaron pudieron con nosotros, recuerdo con dolor cuando terminamos nuestra relación, me rendí, por un momento lo hice, aun maldigo mi debilidad en ese momento.

Te hice sufrir, jamás me perdonare eso, aun no lo hago, perdóname, sé que ya lo hiciste, pero perdóname, incluso Haruna me golpeo en esa ocasión, ¿puedes imaginar cómo se sintió mi orgullo en ese momento?, pues no sintió nada, porque ese estúpido orgullo se derrumbó cuando te vi llorando por mi culpa, pero las cosas no se solucionaron ahí, desgraciadamente después de mi orgullo estaba mi amor por ti y eso nadie haría que desapareciera, ¿sabes que hice todo por tu bienestar?, ¿lo entiendes?, espero que lo hagas, no hablamos de eso, pero espero que me comprendas.

Sigo sonriendo, porque tú lo hiciste en ese momento.

Muchas cosas pasaron, muchas personas me ayudaron y muchas intentaron lastimarnos, pero al final pude remediar el pecado más grande que he cometido, hacerte llorar, pero, jamás imagine que "eso" pasaría después.

POR TU SONRISA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora