Final Smash

1.1K 75 18
                                    

Era el día, el gran día, bueno, me da que he exagerado bastante. Era el baile de "fin de curso", si, ese que se celebraba en Febrero.
Los alumnos se preparaban para asistir a esa fiesta donde lo único que planeaban hacer era "pasarlo bien", sin ningún problema de por medio, sin ninguna rivalidad, solo iban ha despedir esta aventura.

El joven Midoriya se preparaba en su dormitorio junto sus dos amigos, Todoroki y Sero. El pecoso se ataba la corbata, el moreno manipulaba su pelo para crear un peinado "seductor" y el heterocromático se ponía los zapatos de lujo que pudo permitirse comprar, aunque él sabe que no está bien robarle las tarjetas de crédito a su padre.

Ya listos, los tres salieron de los dormitorios. Se pusieron unas gafas de sol, les daba igual si estaban en pleno Febrero y que anocheciese antes, las gafas de sol les daba seguridad y chulería. Caminaron por el pasillo como si fuesen los mejores de toda la escuela, imaginaban esos efectos especiales de las películas; el viento removiendo sus mechones de pelo, la cámara lenta... Pero eso se les pasó cuando las chicas se cruzaron con ellos.

—¿Pero que hacéis, tonticos?—preguntó riéndose la peli verde

Esto...—el pecoso se quitó las gafas rápidamente y las guardó dentro de su chaqueta—Nada ¿Por qué lo preguntáis?

—Es muy penoso lo que estabais haciendo y no sois los mejores—añadió la de pelo negro para terminar de destrozar la autoestima de los chicos

Después de esa incomoda charla, fueron todos a la entrada del supuesto gimnasio. Querían abrir las puertas, pero en estas se encontraron con el pervertido de turno, Mineta. Estaba apoyado con el codo mientras sujetaba una rosa con su boca, supongo que se la daría a Yaoyorozu. La chica le miró con la mayor cara de asco que puedas imaginar, aunque esto al chico no le importó mucho y con elegancia le dio la rosa.

—Para una waifu de calidad—le guiñó un ojo— Prometiste una noche conmigo

—Te equivocas—dijo amenazante— Te prometí acompañarme hasta el gimnasio

Mineta, que no podía estar más feliz, le abrió la puerta como un caballero y le agarró del brazo para entrar con ella. La chica no podía sentir más vergüenza ¿En qué momento pensó que sería buena idea?

Yaoyorozu se despegó de Mineta y siguió a sus amigas. Este se había quedado en Babia por el esplendor que desprendía la estudiante. Se juro a él mismo: "algún día, algún día, lograre estar con ella".

Toda la clase estaba allí presente, bueno, que toda la clase, ¡Todo el instituto estaba presente! Hasta los profesores estaban allí. El gimnasio se veía hermoso, decorado con todo tipo de colores, lleno de globos, serpentinas etc. La música alta inundaba toda la sala, apenas se podía escuchar a la persona que estaba a tu lado.

En un momento dado, Kirishima se fue con Kaminari hacia los conductos de ventilación. Bakugo, que los observaba desde lejos, pensó que sería una estupenda idea seguirlos para monitorizarlos, estos dos son muy tontos, no quería que les pasase nada.

Los descerebraos se colaron y empezaron a gatear por los conductos. El chico explosivo les dejó algo de ventaja para que no sospechasen que estaba siguiéndoles, que si, que son tontos, pero no sordos. Bakugo estaba empezando a tener calor, mucho calor, sudaba y sudaba. Los conductos eran muy estrechos, así que el agobio también hacía que se pusiese nervioso y sudase aún más.

Los otros dos se pararon en seco asustando al otro, creo que se habían dado cuenta de que alguien los seguía.

—¿¡Bakugo!? ¿¡Por qué estás aquí!?—pregunto nervioso el pelirrojo

¿¡Y vosotros, estúpidos!?—

—Nada—dijeron los dos al unísono

¿¡Vosotros creéis que me chupo el dedo!?—voceó el rubio apretando su puño

El pelirrojo le tapó la boca de inmediato, pensaba que iba a aparecer alguien detrás suyo si seguían gritando. Con la otra mano, le hizo una seña a su compañero para que empezase con su plan. Este agarró la mochila y sacó unas pistolas de plástico. El rubio se quitó la mano del otro y se mofó.

—¿Vais a tirar agüita a estos imbéciles?—dijo burlón

No están llenas de "agüita"—intervino el pelirrojo

¿Y de que están llenas?—

—De gasolina—

Este se impactó ¿Llenas de gasolina? ¿Pensaban quemarlos a todos?
Bakugo es ese tipo de personas que puede hacer cualquier cosa para ver al mundo arder, pero no literalmente. Odiaba a todos sus compañeros, pero muy en el fondo de su corazón sentía que esto era pasarse. Tenía que hacer todo lo posible para pararlos.

Agarro al de mochila por el brazo para que soltase la pistola que llevaba cargada, pero este se resistía, no la iba a soltar tan fácilmente. El pelirrojo consiguió ponerse detrás del chico explosivo y agarrarlo de la espalda haciendo presión para que no pudiese arruinar el plan maestro. Pero Bakugo se pegó como una lapa a Kaminari.

El justiciero, nervioso, empezó a sentir más calor por el esfuerzo que hacía al estirarle de la chaqueta al otro. Su enfado aumentaba.

Ya al límite, las manos de este hicieron chispas y los otros dos sintieron el verdadero terror. Grito fuertísimo, cualquiera podría escucharlo fácilmente. El conducto explotó y los tres empezaron a caer del techo.

Momo reaccionó rapidísimo y con su poder, pudo crear una colchoneta que los salvase de la muerte, si, el techo estaba lo suficientemente alto para poder morir de una caída libre. Cayeron en la enorme colchoneta. Toda la sala se quedó en silencio. Salieron disparados a ver a los tres chicos que habían caído mágicamente del techo. Con la respiración agitada, Kaminari giró su cabeza para verle al provocante de la explosión.

—Tío... Era zumo de uva—

—¿Eh?—se llevó las manos a la cabeza—Sois unos tontos profesionales

Uno de los profesores se acercó a donde ellos. Su cara era la viva representación de la ira, normal, la explosión había sido tan vasta que dejaron un cuarto del tejado destrozado.

El profesor les grito en todos los tonos de voz que existían. Los estudiantes estaban atemorizados, nunca habían visto esa faceta del profesor Aizawa. Terrible.

Termino la fiesta con un final muy distinto al esperado, pero no podemos negar que esta fiesta haya dejado fuertes recuerdos grabados en las memorias de los estudiantes. Bailaron todos juntos, se pusieron hasta arriba de comida y bebida, hicieron cosas que nunca pensaban que harían. Y para cerrar, la explosión. Una fiesta memorable.

Todo había acabado, cada uno volvió a su dormitorio, listos para poder descansar las pocas horas que quedaban hasta que saliese el sol.
Midoriya se tiró de espaldas a su cama y miró al techo durante unos minutos. Pensó en que este era el final, el final de esta gran aventura que habían vivido todos juntos

"Os echare de menos chicos"

————————————————————————
Búa, ya llegamos al final de esta historia. Ha sido un placer haber escrito la segunda parte de este WhatsApp.

Gracias a toda esa gente que ha leído esta historia, sin vosotros no hubiese actualizado nunca xd

Quiero aclarar que no habrá ninguna parte más de esta historia, este es el final definitivo. No sé si seguiré escribiendo más historias estilo WhatsApp, quiero escribir cosas algo más serias (Bueno, quien dice serias dice fanfics decentemente redactados)

Bueno, eso ha sido todo. Hasta otra :')

~WhatsApp BNHA 2~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora