⟨22⟩ Relleno~ °3°

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La joven comenzó a trabajar en una guardería,no era decisión suya; si no de Keigo,este le pidió que trabajará en ese empleo en su lugar. Claro que ella protestó,pero al recordarle que ella cuidaba de Eri, aceptó. Claro,ella tenía mala suerte con los niños,se podría decir que ella no los odiaba, simplemente les "molestaba".

Durante su lapso de trabajo,al principio los niños solían llorar al verla acercarse les,le pateaban o incluso arrojaban objetos,causando molestía sobre ella.

-"Paciencia, paciencia.. Si tan solo fueran adolescentes,ya les cortaría las manos."- pensaba.

- T/n, tú esposo ha venido a verte,te espera en la sala de Descanso.

- ¿Esposo?.- Murmuró para si misma, sonrió entre dientes al ver el rostro de su compañera un tanto confundido.- ¡Ah! Si,mi esposo.

- ¡Cariño te he venido a traer!.- Keigo apareció,no había obedecido a la compañera de la albina. Keigo tenía en su mano izquierda una pequeña bandeja de pollo frito,con la derecha una pieza a medio terminar.

Había olvidado que,en un descuido,sus compañeras de trabajo lograron ver ese anillo de bodas,les parecía lindo sobre todo aquella emblema Yakuza - Que ellas ni siquiera sabían lo que significaba.- y al ver a Keigo hablar con t/n de forma normal, pensaron que ambos eran esposos,desde ahí comenzaron a actuar como pareja.

- H-hey.. - Soltó la mujer mirando a su compañera,está tenía una sonrisa boba.- ¿No sería molestía si..

- No, adelante diviertan se.- Interrumpió la mayor.

- Bueno..

Tomó a Keigo del brazo derecho con fuerza, completamente roja; bajaron a lo que era la planta baja lugar donde se encontraba la sala de Descanso. Tomó su abrigo y caminaron en dirección al auto de este.

- ¡¿Por qué tienes que venir a buscarme?!.- Preguntó una vez dentro,cubriendo su rostro con ambas mando; sonrojada.

- Porque aún tengo que vigilarte, mi trabajo aún no termina y lo sabes.- La chica le miró con molestia.

- Eso es acoso,ya no es vigilar.

- Además suelo ir a Japón cada tres meses y suelo tardar un tiempo,no puedes verme aproximadamente dos meses..

- Oh, lo olvidaba..- Respondió sorprendida para después cambiar a una molesta.- Pero no puedo disfrutar tanto tiempo porque Alguien me llama muy seguido; te repito ¡Han pasado dos años! Ya me hubiese escapado antes pero no lo hice.

Keigo comenzó a buscar las llaves al encontrarlas y colocarlas en su lugar, miró a su acompañante, tenía una mueca de asco.

- ¿Qué?.

- ¡¿Qué?! ¡Tienes grasa en las manos!.- Señaló ambas extremidades.- Ni siquiera sé en qué momento te terminaste todo el pollo frito.

- Es mi auto,- Abrazó el volante.- así que cállate. Mi auto mis reglas.

- Yo conduciré..- La joven ignoró al mayor.

- No sabes manejar.

- Es mejor que morir por culpa de unas manos grasosas, sería vergonzoso que digan;" Murieron porque él conductor tenía grasa en sus manos". Una muerte tonta,en cambio, morir sin saber manejar tiene sus motivos.

- Aún así conduciré,no me importa tus Comentarios.- T/n sonrió mirando a la nada,posicionando lentamente el cinturón sobre ella.

En el lapso del camino,hablaban de diferentes temas,sin importancia; incluso discutían.

Si,la albina tenía esa costumbre de tomar confianza a cualquier desconocido con simplemente cruzar palabras frecuentemente.

A t/n le preocupaba aún el tema sobre el líder Yakuza, probablemente la buscaría sin control y peor aún era celoso sobre todo estando siquiera conversando con alguien que no fuera chica. La tomaba como propiedad,algo que le molestaba pero le preocupaba aún más a cierto Rubio ceniza que se encontraba a su lado durante los dos años.

[BNHA:Chisaki Kai x Reader] [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora