Alianza Pasional-Ziam Palik, Larry Stylinson.

Capítulo 2

Capítulo 2

Narra Louis

Zayn sale de la habitación y me quedo a solas con el idiota de ojos verdes. Me pongo nervioso y tenso. Espero no se haya dado cuenta de que ahora es un momento a solas conmigo y me moleste o se me insinúe.

Camino hacia la única cama desocupada, la que está al costado del idiota. Genial.

Noto que la cama apenas tiene una almohada. ¿No podían ponernos si quiera una manta? ¡Qué frío hace!

Me froto los brazos para generar calor en mi cuerpo, pero mi menudo cuerpo no soporta esta baja temperatura. Por lo menos en casa había una chimenea que daba calor a toda mi familia.

Mi familia. Recuerda, Louis. Esto lo haces por ellos.

Me giro y me acuesto en el colchón. Mi espalda da hacia el idiota rizado. Lo último que quiero ver antes de alcanzar la inconsciencia es su arrogante y coqueto rostro.

A pesar del frío y mis intentos por brindarme calor, logro estar cerca de caer en el profundo pozo de los sueños. Cuando, de repente, escucho movimiento. Mis sentidos se despabilan y mi oído se agudiza. Tengo que estar alerta. No estoy en un lugar seguro.

Inesperadamente, siento peso extra en el colchón. Unos brazos rodean mi cintura. Me asusto y grito.

-       Shhh… Soy yo. – Susurra en mi oreja.

¿Cree que con decirme que es él estaré más tranquilo y a gusto?

-       ¡Suéltame! ¿Por qué me estás abrazando? – Pregunté histérico y encolerizado.

-       Porque desde mi cama podía ver como temblabas. Te voy a brindar mi calor para que duermas más caliente. – Explico.

Me quedé callado. Estaba desconcertado por su respuesta. Jamás pensé que él intentara ayudarme.

-       ¿E-Es por eso? ¿En serio? – Pregunté nervioso.

Recién me doy cuenta de su cercanía. Su aliento roza mi nuca y oreja. Me provoca estremecimientos.

-       Por supuesto que es por eso. ¿Por cuál otra razón me levantaría de mi cama, sino? – Respondió seguro.

Me sonrojé al recordar la mirada que me dio cuando apenas estábamos llegando a nuestro cuarto.

-       P-pues… tú me coqueteaste mientras caminábamos para acá. – Respondí con timidez.

Sentí mis mejillas arder aun más. Se ríe. Su risa me provoca un raro cosquilleo en el estómago, además que la vibración de sus cuerdas vocales también me dan cosquillas.

-       Veo que eres inocente. ¿Cuántos años tienes? – Su nariz olfatea mi cabello.

Continúa inhalando mi cuello. Eso me pone nervioso.

-       T-Tengo 21 años.

Se detiene y sus manos giran mi cuerpo. Ahora estoy cara a cara él. Sus ojos me recorren con la mirada. Su mirada es tan intensa.

-       ¿En serio? – Pregunta asombrado.

-       S-sí. ¿Por qué?

-       Pues, pareces de menos. Yo tengo 19 años y parezco mayor que tú.

-       Bu-bueno… Es que tú eres más alto que yo…

- Y tú eres un poco tímido y sumiso... Sí, lo sé - Dice con una sonrisa arrogante.

Lo miro sorprendido y me siento levemente ofendido.

- No soy tímido, tú me pones así. - Respondo con un poco de valor. Al instante me doy cuenta de que mis palabras pueden tornarse con doble sentido. Siento calor en mis mejillas. - L-lo que qui-quiero decir e-es que...