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Estoy en el estacionamiento del edificio de Baek, no fui capaz de solo irme y menos después de ver como se colocó con esos mensajes, veo su contento "Ángel" y vuelvo a marcarlo, repica, pero no responde.

Veo a un hombre ser escoltado por 3 hombres más, le abren la puerta de un carro negro y el ingresa, vuelvo a marcar el número de Baek, tengo un mal presentimiento.

-¿Baek? ¿Estas bien? ¿Por qué no me contestabas?- está llorando y yo estoy desesperado, no me responde y me desespero más -Pequeño has algún sonido por favor- veo el como el carro acelera y sale del estacionamiento.

-Ayúdame- no necesito que me diga más, me bajo el Jeep y corro hasta el ascensor, pulso el botón de subida y las puertas se abren, ingreso y presiono el número 4, las puertas se cierran y marco el número de kyungsoo.

-Hola poste-

-Ayúdame, es Baekhyun-

-Voy saliendo- no es necesario decir más, él sabe que si nombro a Baek, para mi es de vida o muerte.

Las puertas se vuelven a abrir, corro hasta el apartamento de mi pequeño ángel, ingreso el código rogando a Dios que este desbloqueada, cuando me da el acceso entro y me quito los zapatos.

-¿BAEK?- corro por la sala y lo veo tirado en el pasillo que va hacia su cuarto - Baek, por Dios, Baek- me tiro a su lado y le doy la vuelta, tiene el pómulo izquierdo roto, la nariz le está sangrando, tiene un corte en la frente, su boca esta partida y tiene rastros de lo que me niego a creer es semen en su barbilla - Mi pequeño respóndeme - miro sus muñecas y están con la piel al rojo vivo - Mi ángel respóndeme - lo tomo en brazo y lo pego a mi pecho - ¡BAEK! -lloro mientras me mueve de adelante hacia atrás con él entre mis brazos - No, no, no, yo no te tenía que dejar solo, yo me tenía que quedar contigo - escondo mi cara entre su cabello, paso mi brazo por debajo de sus rodillas y me coloco de pie con el cargado, camino hasta su cuarto y lo dejo sobre la cama, camino al baño y busco una toalla, la humedezco con agua caliente y regreso al cuarto.

Limpio su barbilla y su cuello mientras trato de controlar el llanto, pero es imposible.

-Mi deber es cuidarte y no lo hice bien, lo siento- paso la toalla por sus hermosas manos - Lo siento tanto mi ángel - verlo así me está matando, saber que mi ángel está roto me está matando, y puedo entender algo, no es una deuda lo que me une a él, son mis sentimientos, lo amo y quiero cuidarlo hasta de su sombra y si es necesario matar al hombre que hizo esto, lo hago.

EN SILENCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora