inefable ↬ taekook

one

El ambiente de Seúl se sentía diferente a Daegu, las personas también. Todo era más frío y monótono, no se sentía la calidez de los hogares rurales, ni se podían ver las estrellas en la noche.

Taehyung suspiró, no podía creer que estuviese realmente allí, de pequeño siempre había soñado con irse de su pequeña granja en el campo y vivir en la gran ciudad. Pero nunca esperó terminar en Seúl como forma de escape, tampoco imaginó que su vida tomara un rumbo tan desesperanzador luego de la muerte de su padre. Nunca pensó en la posibilidad de quedar solo en el mundo, tampoco pensó en que algún día dejaría la escuela para trabajar, o que se codearía con los marginados de su pueblo, o que por culpa de ellos terminaría en la correccional de menores más de una vez.

Taehyung siempre tuvo grandes sueños y ambiciones, estudiaría, sería un profesional exitoso, ganaría mucho dinero y compraría una gran casa donde viviría junto a su padre. Todo se fue por el inodoro cuando Kim Taepyun murió cuando él a penas cumplía los quince. Todos sus sueños ya no importaban, lo primordial ahora era no morir por desnutrición, por eso no lo pensó dos veces cuando dejó el colegio antes de su penúltimo año.

Ahora tenía una segunda oportunidad, una que le fue presentada por el único amigo que le quedaba, Kim Seokjin. La única persona que conocía al verdadero Taehyung, y el único contacto que tenía en la capital.

Seúl era frío y el ambiente no se sentía acogedor, pero al menos ahora podía hacer sus sueños realidad.

Llegó luego de un viaje en taxi de aproximadamente una hora a la casa de Seokjin, el mayor se encontraba es su último año de universidad y era oriundo de Daegu, siendo uno de los pocos vecinos con los que Taehyung jugaba de pequeño.

Seokjin siempre había sido una persona bondadosa y confiable, parecía ser el único en su pueblo que se preocupaba por el huérfano Taehyung, pero no podía ayudarlo de ninguna forma, lo que le frustraba de sobremanera.

El apartamento de Seokjin no era muy grande, pero era lo suficientemente espacioso para los dos, lo que tranquilizó a Tae al entrar, temía ser un estorbo para su amigo.

Seokjin lo estrechó en un cálido abrazo apenas cruzó la puerta, la piel del mayor parecía ser lo único cálido en esa ciudad.

—Te extrañé mucho— dijo apenas audible el mayor, pues su cabeza se encontraba enterrada en en el cuello del menor —.Estás mucho más delgado- observó al alejarse de Tae—. ¿Has estado comiendo adecuadamente? No ¿verdad?, pues no te preocupes ¡a partir de ahora te cocinaré platos deliciosos!

Taehyung rió, el mayor seguía siendo igual de energético que siempre, aunque las ojeras bajo sus orbes negros delataban lo cansado que se encontraba, probablemente debido a la universidad.

—Muchas gracias, hyung- lo miró con una sonrisa sincera en sus labios—. No sé como agradecértelo, no hay palabras suficientes para explicar lo agradecido que estoy— expresó a punto de botar algunas lágrimas.

Taehyung había aprendido a ser fuerte en esos cuatro años, sabía como mantener sus emociones ocultas y callar las voces en su cabeza. Había aprendido a no dejarse llevar por sus emociones y pensamientos, lo que le había provocado más de un problema. Pero ahora al fin podía respirar en paz, tenía un lugar estable donde dormir y una persona que lo cuidaría como un hermano mayor. Se sentía el adolescente que no había podido ser.

...

Taehyung despertó luego de tener la mejor noche de sueño en mucho tiempo, se sentía eufórico. Ese sería su primer día en la prestigiosa preparatoria Choseon, todavía no podía creer que Seokjin le hubiese conseguido tal oportunidad, si bien tenía claro que no era más que una de las tantas obras de calidad de la institución, tener la oportunidad de seguir sus estudios en una escuela de élite sobrepasaba sus expectativas. Pero gracias a Seokjin y sus aparentes contactos con la dirección del lugar esta oportunidad se le era dada. Pero él también tenía parte del crédito, a pesar de tener dos años sin asistir a la escuela su examen de prueba, dado hacía unos dos meses atrás, tenía una calificación que rondaba casi la perfección.