Cielo grisáceo con nubes inmensamente espesas que no daban forma a nada más que a su propio nombre, el cielo se pintaba de gris matizado con azules y verdes, así como del precioso rosa brillante adornado por las luces espirituales en ondas suaves y constantes, no había espacio para el brillo de un lucero solitario.
El ambiente estaba frío, el mismo frío que anuncia a todos que llegó por fin el infame invierno, el aire soplaba calmado pero helado, gélido como la caricia de los muertos. El vaivén de las ramas de todo árbol que alcanzaba a ver y el sonido apacible de las hojas mecerse como la cunas de los niños, todo tan tranquilo y sereno.En algún lugar seguro las familias se encontraban ya descansando, pese a que no era muy de noche y que la luna muy apenas se lograba hacer presente entre el manto impasible de nubes que ahora marcaban un muy esfumado color rojizo lo cual llamaba a que en su interior una fiera batalla se llevaba a cabo y al final terminaría por perder liberando los miles de copos nuevos a la tierra, muy pronto los prados verde opaco se tornarán del más puro blanco, la nieve en cualquier momento iba a caer, ya las nubes se movían muy lento, despacio, como si ya no pudiesen cargar más su diamantino contenido.
Las hojas iban y venían muy quietas, todo a su alrededor se iba deteniendo, todo estaba hundiéndose de a poco en un profundo silencio, lo más fuerte que podía escuchar era el latir de su corazón el cual poco a poco se iba silenciando como todo a su alrededor. Su visión se estaba haciendo borrosa y ya le costaba parpadear.
El azul de sus orbes hermosos iban de un lado a otro muy despacio, contemplando lo que tenía a su alrededor así como era lo poco que la luz de luna le permitía ver cuando osada se escabullía entre las nubes ahora dueñas del firmamento. En su recorrido visual observada detenidamente cada rama de cada árbol, veía divertida como no tan lejos dos árboles con frondosas ramas se mecían al compás del viento, parecía que se quisieran tomas de las manos, puesto que el que estaba a la derecha extendía hacia abajo una rama y con el viento daba la ilusión de querer tocar la rama del izquierdo que estaba empinada hacia arriba, como de igual forma queriendo tomar la mano de ese árbol. No sabía porque le hacía gracia, la verdad algo deprimente el verlos, parecían dos enamorados queriendo con todas sus fuerzas rozar al menos la mano del otro pero como si una fuerza mayor les impidiera; en un lloroso lamento hizo un esfuerzo por levantar su propio brazo.
De a poco y muy despacio usando las escasas fuerzas que le quedaban en su maltratado cuerpo pudo apenas levantar su brazo derecho y alzar un poco más el antebrazo a fin de extender su mano, haciendo con el índice y pulgar la ilusión de que se tocaba, pego ambos dedos un par de veces, le costaba separar sus dedos y no entendía el porqué; haciendo caso omiso a ello junto en su ilusión óptica dos hojas una de cada rama, en verdad no supo cuanto tiempo estuvo haciendo eso pero en uno de sus pegues la rama que estaba empicada pudo tomar la ascendente.La brisa aumentó apenas notable para su frío cuerpo entumido lo cual hizo que el milagro que en silencio ella pedía, un pequeño milagro no para ella, sino para los amantes del bosque, esos que anhelaban con desespero el estar uno con el otro al fin lo consiguieron, sus ramas se entrelazaron enredándose quizás por siempre, puesto que una nueva brisa con más fuerza sopló, pudiendo ella sentirla en su cuerpo, en sus ropas y en su cabellera negra azulada, sus hebras largas onduladas apenas, se mecían etéreas y hermosas. Fue entonces que sonrió más al ver que esa fuerte brisa fría no separaría jamás a los dos árboles; se sintió feliz por ellos, por su eterna y pura felicidad, pese a que no podía hablar ella quizás en su delirio pudo escuchar el suspiro de felicidad desde lo más profundo de sus cortezas rugosas.
Luego de ello suspiro dando ahora su atención a sí misma, a su mano alzada que temblaba, no sabía si por la impresión, por el frío o porque estaba muriendo...
Su mano ensangrentada, la sangre seca acompañada de la humedad hacía que se pegara cuando juntaba sus dedos, la sangre manchado completamente el blanco de sus ropas y el níveo de su piel. Sus dedos calados en frío temblaban y su visión se hizo acuosa, las lágrimas se acumulaban en sus orbes zafiro empañando su visión, bajando su mano casi a desplome sobre su igualmente manchado cuerpo al tiempo que cerraba sus ojos con fuerza, frenando las lágrimas y barriendo las que sin su permiso salieron descaradas a surcar su rostro perfilado, esas lágrimas de cristas se mezclaban con la sangre seca pegada su rostro limpiando y purificando todo a su paso hasta caer en gota perfecta por su mentón y perderse en sus ropas de papel.
ESTÁS LEYENDO
Deuda de Vida [SessKag]
Fanfiction-Viajarás con este hasta saldar tu deuda. Original escrita por mi y publicada en Fanficition el 01/29/2015 Estoy resubiendo y terminando historias pendientes en esta plataforma. Esta es una historia que no es parte del anime, es solo un FanFic. InuY...