collιge vιrgo roѕaѕ | Taejin | Wattys 2019

Día 100

Cuando notificaron la llegada de la carta a su destino estaba en un café en el centro de la cuidad bebiendo un té de matcha. En ese momento era Jueves a las 12:35 pm. El horario de descanso de Seokjin empezaba a las 13:30 horas, eso me daba el tiempo suficiente para volver a el departamento caminando y de paso comprar algunas cosas que necesitaría al llegar.

Ese jueves era el día perfecto para eso, claramente. Namjoon, Yoongi y Hobi hyung estaban trabajando en el álbum de regreso, Jimin había decidido ir a ver a su familia un par de semanas. Así que hoy estaríamos solos Taehyung y yo.

Cuando vi la notificación apagué el móvil y tomé mi chaqueta para emprender rumbo hacia la tienda. Mi gorro y mi cubrebocas impedian que ciertas personas me reconocieran, pues incluso con casi dos años de hiatus, la gente no dejaba de esperar nuestro regreso. Normalmente no me molestaba saludar a nuestras armys en la calle, pero mi humor de ese día no era el mejor para darles.

Los escaparates estaban siendo modificados por el cambio de temporada. El invierno estaba pronto, igual que los cumpleaños de Taehyung y Seokjin. Tan rapido como apareció ese pensamiento fugaz, lo saqué de mi mente y continué mi camino.

Eran bastantes las cosas que debía comprar en la tienda, pero eran a penas las 12:55, así que aún tenia tiempo de sobra. Tomé una canasta de compras y me pasé primero por el pasillo de los snacks ¿De alguna forma iba a tener que afrontar todo eso, no? Tomé algunas bolsas de snacks algas, algunos de los favoritos de hyung, y luego me pasé por las botellas de leche. Por inercia tomé la de banana, aunque recordando la de frutilla era la favorita de hyung; entonces la cambié por algunas de esas. Lo siguiente era ir a la sección de fármacos, aunque en el camino tomé suavizante, la ropa seguía sucia en casa.

Cuando hube comprado un par de pastillas para el dolor de cabeza, emprendí camino hacia la caja registradora. Sin intensión me observé a mi mismo en el reflejo del espejo. Ese no era Jungkook, ese era Jeon Jeongguk, un chico sólo en esa enorme cuidad que sentía que no tenia a nadie en quien confiar. Mis pasos se veían lentos y pesados, mi rostro estaba ensombrecido por la bruma de la confusión ¿O será de saber la verdad? No estaba seguro.

Page lo que llevaba y tome mis respectivas bolsas. Estaba a unas calles de la casa, y ya eran las 13:40 pm. Seokjin debía de estar encontrando la carta en ese momento.

Podría parecer un chico inseguro o pasar por alguien un poco distraído, pero no era ningún idiota, y no dejaría que la gente que quería fuese engañada de esa forma.

Decidido entré en el departamento, oyendo desde la puerta los gritos de Taehyung. Seguramente estaba jugando sus videojuegos, como siempre que se quedaba sólo. Aproveche que no había notado mi presencia para ir a la cocina a dejar mis cosas. Lo siguiente que hice fue lavarme las manos en el baño, aún con los gritos de mi amigo a todo pulmón. Fue entonces que finalmente decidí ir al cuarto de este para emprender 'esa conversación' que tanto había planeado en mi mente.

Me paré frente a la puerta y con un suspiro giré el pomo de la misma. Allí estaba mi hyung, con la cabeza entre sus manos, sentado en el piso con montones de cartas a su al rededor. Las cosas de su cuarto estaban tiradas por todos lados y allí algunas fotos de ellos estaban rotas con clara intensión.

La consola de videojuegos estaba apagada.

Esas cartas eran las que yo había hallado.

—Creo que ya has tenido la conversación contigo mismo —