Mi primo había mencionado algo sobre él. Y no es que le tomara demasiada importancia, simplemente que lo que decía me involucraba a mi y eso era preocupante.
No recuerdo bien lo que dijo, pero si como lo hizo, su cara de satisfacción reflejaba que lo que él le había metido a la cabeza a mi primo para hacerme caer, estaba funcionando. Era el día de los enamorados (14 de febrero) y como toda buena escuela tenían que hacer Kermess para regarla aun mas de lo que los solteros estaban sufriendo. Incluido en esto estaba ese hermoso registro civil que jodia a todo el mundo diciendote que si no te casabas (obviamente de mentira) no habria puntos de participación.
Pasado unas horas de haber empezado con el super loqueron, uno de sus amigos se acerca y me lo pide de la manera mas romantica y delicada que pude pedir:
-Que nos casamos, o que?
Mi cara de asco y repugnancia no se hizo esperar y conteste con un simple: No.
Al alejarme de ahi, y acercarme a otra parte donde estaba mi primo. Una voz se escuchó refiriendose hacia a mi:
-Si con el te negaste, ¿que tal conmigo?
Al fin lo conocia, era chaparro con ojos y boca grande y un lindo pelo negro que se quedo grabado en mi mente.
