Cómo buena chica asustadiza y tímida, me aleje lo mas pronto sin decir una sola palabra. Al finalizar el día su voz y lo que había dicho daba vueltas por toda mi cabeza y por alguna extraña razón no dejaba de pensar en su pelo negro.
Su aparición habían sido tan dominante que mi sistema nervioso empezaba a tener complicaciones.
Al día siguiente sólo tuve que recurrir a consejos de amigas que al igual que yo no tenían ni idea de lo que en mi organismo estaba pasando y porque el tan repentino cambio para que alguien como "yo" cediera a eso llamado... ¿¡Amor!?
Nooo.. Solo había visto su cara una vez. O sera que el sentimiento era mutuo y no me había percatado. Por suerte ese día no lo vi y no había recibido señales ni de el ni de mi primo el "aconsejado".
Todo era felicidad hasta que tocaron a la puerta de mi casa y ahí estaba.. Mi primo obviamente. En su mano llevaba una hoja de maquina que no se veía que traía escrito en el interior.
-¿Que pasa? ¿Por qué tan serio?
-Vengo a darte esto.
Y asi sin más, se fue. Al abir la hoja descubrí que era uno de los formatos del registro civil, todo estaba confuso hasta que en la parte inferior derecha estaba un nombre firmado.
Así es, era su nombre. Y abajo una nota que decía: "Solo falta el tuyo ".
Por cierto, su nombre es Josue.
