The Brave Xem

Capítulo 2: Beta

Iliriah ha caído, la capital del segundo reino estaba cubierta en tinieblas... Como si fuese una ciudad abandonada hace mucho tiempo... Una ciudad fantasma, donde el único sonido que se escucha es el de la madera rasgándose e incendiándose por todos lados. Y el aroma a rosas que antes cubría la ciudad, ahora es olor a muerte que abunda en cada rincón... ¿Será que este es el final de la ciudad?

Luego de caer por la cornisa, Xem, cae directamente al rio que hay debajo de la ciudad, donde alrededor está lleno de casas y pequeños asentamientos pesqueros de mucha importancia o al menos eso solía haber antes... Xem, queda inconsciente... Hasta que su hija mayor lo encuentra.

- ¿Padre?- Su hija tiese, luego de buscar durante varios días con las pocas tropas que quedaban, logra encontrar a su padre. Apenas lo ve, lo voltea, para que su rostro quede hacia arriba y apoya la cabeza del mismo en su regazo. - ¡Está aquí Ronie!-

- ¡¿Lo encontraste?!- Ronie corre hacia dónde provenía la voz de su hermana y se acerca hasta donde está ella con su padre, entonces saca una gema blanca y pronuncia las siguientes palabras. - "Gran Sanatio"- Esta gema comienza a curar las heridas graves que, Xem, tiene en su cuerpo poco a poco.

Tiese aun preocupada dice. - Está bien por suerte, pero está muy débil aun como para moverse normalmente. Ven hermana... Ayúdame a llevarlo.- 

Ambas levantan a su padre hasta llevarlo a una carreta y transportarlo hasta el castillo que yacía entre las tinieblas, mientras , ven la destrucción que el ataque había provocado y como los pocos supervivientes que quedaban trataban de retomar la postura y tener esperanzas para que esto no vuelva a ocurrir. Una vez llegados allí, Xem, despierta mientras terminan de acostarlo en la cama.

- Padre...- Dice Ronie muy preocupada.

Xem, abre bien sus ojos y comienza a mirar hacia varios lados.- ¿Dónde está Rea...?-

Ronie y Tiese bajan la mirada sin decir nada. Al ver sus rostros Xem se sienta en la cama. - Padre no deberías moverte- Le dice Ronie a Xem. - Debes descansar...- Dice Tiese luego de las palabras de su hermana. 

Xem, las mira y luego de tomar aire responde - No puedo quedarme aquí mientras su madre está en peligro... Prometí...- Xem coloca su mano a un lado de su estomago... -cuidarla desde que le dije que este conmigo para siempre... Entiéndanme... por favor.-

Ronie y Tiese se miran una a la otra preocupadas.
Ronie da un paso hacia adelante y titubea antes de decir - Iremos contigo...-  Un silencio inunda la habitación... donde solo se pueden oír las llamas de fuera y como los guardias restantes llevan los cuerpos de la gente muerta hacia afuera del castillo. - De ninguna manera.- Aclara Xem.

Tiese da un paso al frente y poniéndose firme ante su padre pronuncia - Padre, siempre cuestiono las decisiones de Ronie, pero... Esta vez, tiene razón... También estarás en peligro si sales solo y herido como estas ahora, Así que iremos contigo, y no es una pregunta te lo estoy diciendo como tu hija y como estratega de guerra.- 

Xem las mira a ambas varias veces y sonríe levemente. - Bien... supongo que no me queda opción, salieron a mi después de todo y además... También es su madre.-

Luego de erguirse, Xem, toma aire y se levanta con la fuerza que le queda. Con su débil brazo toma su espada y se coloca una vieja armadura de cota de mallas que tenía en sus aposentos y se dirige hacia sus hijas. Entonces Ronie pregunta con algo de miedo. - ¿Se la llevaron por su capacidad cierto?-

Xem asiente y camina hacia afuera. Sus hijas lo siguen desde atrás mientras observan el desastre causado por aquella invasión, a lo que Xem pregunta - ¿Qué paso mientras yo estaba inconsciente?-