(LEER MIENTRAS ESCUCHAS LA CANCIÓN DE LA MULTIMEDIA)
Marcel...
Despertó totalmente desubicado. Como cada lunes se dió una ducha fría, desayunó y después de darle un beso a su madre, salió de su casa.
Al subir por la empinada avenida 24 no pudo pensar en otra cosa que en ella, en todas aquellas ocasiones en el que el auto de Julie coincidía con su caminata,ella bajaba la ventanilla del copiloto y le decía:
"¿Quieres un aventón, Marcy?"
Nunca había dicho que no a esa pregunta y si aquel día ella hubiera aparecido, tampoco lo hubiera hecho porque por muy cabezota que fuera, una cosa tenía clara:
Su amor, era mucho más fuerte que su orgullo cuando de ella se trataba.
No era la mejor conductora, pero sin dudas era su favorita, de camino a la escuela siempre le contaba anécdotas y le sacaba más de una carcajada y es que, la vida de su amada era una locura; vivía con su madre desde los trece años porque su padre había muerto, y eso, al contrario de lo que todos pensaban, la llevaba a ser una persona fuerte, soñadora, luchadora y a querer hacer feliz a todas las personas de su alrededor, era una persona increíble y nadie nunca imaginaría todo lo que sentía por ella porque nadie la había conocido como él.
Si, ella estaba loca; pero era su loca y esa loca, lo volvía loco.
Estaba enamorado de ella desde el primer beso, a los diez años Marcel no se preocupaba mucho por las chicas o tener una novia, ni siquiera pasaba por su cabeza besar a nadie.
Pero Julie lo cambió todo, desde aquel primer beso no veía su vida igual, ella estaba tan aferrada a su ser, su mente y su corazón, que sin quererlo ya no pensaba en sus sueños sin incluirla; y es que sin saberlo, Julie se fue convirtiendo en su vida.
Recordó los momentos más bellos y los más difíciles de su amistad, como todas aquellas travesuras que hicieron, a veces esas travesuras tenían una razón. Sin embargo, la mayoría eran para pasar un buen rato, para divertirse y recordar que eran jóvenes y que podían hacer locuras; también recordó la madrugada en que lo llamó llorando a mares diciendo que su padre había muerto, esa noche en que la vio por primera vez como una humana y no como una diosa, estaba destrozada, fue una de las primeras veces que la vio así, la vería en ese estado tal vez unas cinco veces más gracias a los fallidos intentos de suicidio de su madre de los cuales se culpaba amargamente mientras lloraba y se quedaba dormida en los brazos de Marcel, recordó también cuando en las mismas noches se despertaba por las pesadillas que le causaban tanta culpa patrocinada por su madre, su trabajo entonces era tranquilizarla, decirle que todo saldría bien, que su madre ya no lo haría y que él siempre iba a estar ahí para ella. Pero sabía que eso no era cierto, porque la madre de Julie seguía intentándolo una y otra vez y al parecer no pensaba en su hija, no pensaba en todo lo que la hacía sufrir y en lo que a él le dolía verla llorar y decir que era la peor persona.
Por esa razón era su pequeña niña, porque la había visto llorar como tal muchisímas veces, aunque por obvias razones a Julie no le gustaba ese apodo.
Sonrió al recordar la promesa que bajo la luz de la luna hicieron, mientras comían chocolates.
-Marcel Styles, ¿prometes solemnemente jamás dejar de ser mi amigo y, nunca olvidarme?
-Lo prometo ¿y tu?
-Prometo ser tu amiga por siempre y nunca decirte adiós.
Se abrazaron, lo que el par de chicos de catorce años no sabía era que esa promesa no duraría por siempre.
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...Always... (fan fict Marcel Styles)
FanfictionNadie me ha marcado así, solo su actitud despreocupada, sus ganas de vivir, su aroma a fresa, su risa contagiosa, sus ideas locas, sus penetrantes ojos verdes, solo ella pudo hacerlo... -"No puedo, escapar de clase arruinará mi curriculum, Julie." ...