Entre Bolígrafos y Letras

Cruel

Fumando un cigarrillo
Sentada en aquel escalón de su patio
Estaba ella repitiendo una y otra vez la escena de lo que había sucedido ese día,
En donde él le decía que no podría quererla con todos sus defectos y locuras.

Se preguntaba mientras lágrimas cubrían aquellos ojos que lo habían mirado con tanto sentimiento,
Cómo él se había atrevido  a decirle que le bajaría la luna endulzando cruelmente su oído
y hace un momento cambiar de opinión diciendo que ni siquiera movería un grano de arena por ella.

Le daba vueltas y vueltas al asunto mirando como la luna brillaba aquella noche oscura tan sola como ella lo estaba ahora,
había caído en el juego de aquel hermoso joven en él que ella  había creido que era su otro extremo del hilo rojo.

Había confiado en él, le había dado su corazón que luego lo rechazo como si no tuviese importancia alguna.
Pero al terminar su cigarro juro que dejaría de ser dulce y buena para volverse fría y cruel como ninguna.
Ese hombre jugo con ella pero ahora quien jugaría con él sería la nueva mujer en la que ella se había convertido debió cambiar para que no la lastimen una vez más.