El Beso.

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En sus ojos se notaba la nostalgia que invadía su ser,

Reflejada en su mirada apagada y sin vida,

Podía jurar que todo ella lo veía de color gris,

Como si fuera un día de tormenta,

Como un día en el que el sol no salió,

El cielo se encontraba nublado,

Y la lluvia a caer comenzó.

Mientras ella contemplaba la nada misma,

Mi mirada estaba puesta en ella,

Sólo en ella.

En esa joven que una vez fue alegre,

Pero que ahora su vida se llenó de una oscura tristeza.

No sabía si abrazarla o no,

Si decirle algunas palabras llenas de aliento,

O sí dejarlas hundidas en mi mente y que se fundan con mi pensamiento.

Ella aún permanecía sentada

Con su vista fija en la nada,

Mientras la noche se asomaba

Y el sol se escondía,

Cada vez el ambiente se volvía más frío,

Y su cabello color café, ondeaba al compás del viento.

Yo seguía acompañándola

Sentado a su lado,

Y le pregunté varias veces que le sucedía pero no respondió.
Lo único que podía hacer era amarla en silencio,
Con todos sus defectos, preocupaciones y hasta sus alegrías,

Que la hacían ser incondicionalmente ella misma.

Mi mente se llenó de recuerdos que había compartido con aquella joven.

Mientras veía aquella luna

Tan lejana y brillante,

Sentía qué me alentaba

Y en compañía de  la brisa del viento,

Me decía al oído,

Bésala,

Y has que olvidé de una vez
Todas sus preocupaciones y tristezas.

Sin decir más,
Me llené de valor y coraje
Y la besé.

Fundiendo mis labios con los suyos,
Transmitiéndole mi apoyo y aliento;
Por fin pudo salir de aquél largo trance en el que estaba,
Para seguirme en aquel apasionado beso.

Y así le pedí que dejara atrás
Todo lo que le preocupaba,
Y que me dejará ayudarla,
Que dejará de pensar en todo,
En ese momento,
Y que su mente vagará en la nada.

Que me dejará hacerla feliz y que disfrutase de la vida que pasaba frente a sus ojos,
Que su derecho era vivir
Y escribir su destino  como quisiese.

Tomé el valor que necesitaba,
Y se lo dije.
Le dije que quería enlazar mi destino al suyo,
Que no importaba lo que nos deparará la vida,
Pero que yo solo sería feliz si la tenía a mi lado.

Ella en ese momento me miró,
Y entonces fue esta vez ella
La que tomó la iniciativa
Y me besó.

Araoz Ayelén

Araoz Ayelén

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