U N O

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ese día, Ten había gastado su tarde mostrándole a Johnny y a Taeyong —si, se había memorizado sus nombres— la Universidad, por lo que su regreso a casa fue distinto, la cafetería a la que todos los jueves iba estaba cerrada, pero no le importaba los chicos eran tan agradables que había quedado anestesiado y no le molestaba nada en ese momento, siguio caminando unas cuadras y llegó a su edificio, entró, subió al ascensor, marco el piso 7 y entró a su departamento, no tenía nada en especial, solo lo justo que le servia para sobrevivir, se sacó sus zapatos, entró a su habitacion, se tiró en la cama y cayó rendido. Había sido un día largo para él.


(...)


Taeyong se encontraba caminando a su casa. No era tan pequeña ni tampoco muy grande, teniendo en cuenta que aún vivía con sus padres porque no había podido encontrar trabajo y sus padres no podían costearle un departamento o una casa para el solo.

Mientras caminaba en su cabeza se reproducía una linda melodía que le recordaba mucho al chico de cabellos azabache que había conocido unas cuantas horas atrás, y mientras pensaba en el y en la sonrisa que tenía —que por cierto se le hacia muy atractiva y sexy— se le olvido que tenía que ir a comprar unas cuantas cosas a la tienda, pero bueno, ya estaba a cuadras de su casa, no había nada que hacerle, probablemente su madre lo regalaría bastante por eso y por llegar tarde —sin mencionar que las cosas que hacia (o no hacia) le molestaban—.

Cuando entró a su casa, tal como se lo imaginó, encontró a su madre sentada en el sofá que esta frente a la puerta de entrada y empezó el cuestionario.
—¿estas son horas de llegar, Lee Taeyong?— dijo acusatoriamente mientras miraba por arriba de sus anteojos, —lo siento mamá, un amigo que hice en la Universidad me mostro todo lo que debía saber, te recuerdo que soy nuevo—respondió Taeyong defendiendose, —ese chico es muy simpático y...— no me importa, ¿supongo que compraste lo que te dije no? — interrumpió su madre al mismo tiempo que se paraba del sofá y se acercaba al muchacho de pelo rojizo, analizandolo —tal como lo pensé— dijo antes que pudiera responder —no trajiste nada— Taeyong bajo la mirada, se sentía como cuando era menor y hacia cosas que no debía hacer y su madre lo regañaba igual que ahora, con la diferencia en que ahora se había acostumbrado al comportamiento y sabía cómo responder y reaccionar a esas incómodas situaciones —perdón, ¿tu que hiciste mientras yo iba a la Universidad?— preguntó —hice comida y ordené tu habitación, que por cierto es un chiquero, aun no entiendo como quieres irte a vivir solo si no puedes limpiar tu habitación—contraatacó a lo que Taeyong respondió yéndose a su habitación y encerrarse, quería dormir y que mañana fuera otro día, tenía la esperanza que lo llamarían del trabajo en la cafetería que le gustaba así que no se preocupó mucho por lo que le dijo su madre, se iría mas temprano de esa casa y se lo sacaría en cara todas las veces que podría porque si tanto le gustaba hacerle eso a el, ¿porque el no podía hacérselo a ella?.



(...)

al día siguiente Chittaphon asistió a las clases como habitualmente hacia y mientras caminaba al salón, se encontró con la pareja gay que daba mucho de que hablar para las chismositas de la Universidad
—Hola Ten, supimos que ayer te quedaste hasta tarde enseñandole esta cárcel a unos chicos nuevos ¿es cierto?— preguntó Doyoung apenas lo vio y Ten solo asintió, no quería llegar tarde a clases y estaban siendo una pérdida de tiempo para el, —¿hay alguno lindo?—volvió a preguntar Doyoung, ganandose una mirada de desaprobación de Jaehyun, haciendo que rodara los ojos, esta vez Chittaphon si respondió —no son nada fuera de lo común, son agradables, y algo atractivos, es todo— habló rapido, definitivamente llegaría tarde y lo sabía porque la segunda campana había tocado lo que significa que las clases habían vuelto a empezar aún así espero hasta que terminara su conversación con sus amigos, no sería descortés con ellos y acabó con una invitación para esa misma noche a un bar, Ten no salia mucho a bares y cosas así pero aún así anunció que iría, luego de eso fue corriendo a su salón y le dio al maestro la escusa que se había caído de las escaleras antes de llegar —cosa que era creíble ya que casi siempre perdía el equilibrio y caía de la nada—.
Mientras estaba en la clase se dio cuenta que Johnny —el chico alto y simpático al cual le había mostrado la Universidad— estaba ahí, sentado al final con un aspecto serio, pero en cuanto se dio cuenta que Chittaphon lo miraba sonrió de inmediato.

Je t'aime//TaeTenWhere stories live. Discover now