Celos con sabor a chocolate [Boku no hero X OC]

Capítulo 3

P.O.V TODOROKI

-Ya estoy de vuelta- Dijo Hashimoto al entrar de nuevo a la habitación.

Esperaba poder hablar más tiempo sobre el tema. Especialmente ahora que se lo que se sentía tener celos.

-S-Sólo venía a avisar que debo irme. Me están esperando en casa- Dijo de repente incómoda. Realmente parecía que buscaban huir como un conejo asustado.

-Oh, por supuesto Nai- Mi madre sonrió como si nada. No entiendo lo que ocurre. ¿Acaso ella no notaba lo que le pasaba a la pelimorada?

-Te acompaño- Dije mientras me levantaba de la silla, si algo estaba ocurriendo, no podía dejarla sola.

-¡No!- Gritó -No, no, no... Si me acompañas, se te hará tarde y...- Se quedó callada un momento -¡Debo irme, adiós!- Y sin dejarme reaccionar, salió corriendo por la puerta.

-¿Crees qué todo esté bien?- Le pregunté a mi madre con preocupación, al ver a la chica desaparecer por los pasillos.

-Sí, sí- Movió su mano restandole importancia -Son cosas normales en ella-.

Ahí entendí que todavía hay mucho que no conocía de Hashimoto Nai.

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-¡Al agua!- Vi como Hagakure tomaba la mano de Hashimoto y saltaba con ella a la piscina.

Sonreí al notar como todas se reían por lo ocurrido y esperaban a que ambas ascendieran para seguir disfrutando. Pero luego de unos segundos, la única en hacer acto de presencia fue Hagakure.

-Vaya, Hashimoto-san puede retener la respiración por mucho tiempo. Yo estaba haciendo lo mismo, pero ya estaba empezando a desesperarme allá abajo-.

Un silencio sepulcral se presentó entre todas.

-No... No creo que este sea el caso- Murmuró Yaoyorozu.

Luego de eso vi como Tsuyu se sumergía con prisa debajo del agua, y como las chicas empezaban a desesperarse.

-¡No puede ser!- Intenté abrirme paso entre los chicos que hablaban tranquilamente, ajenos a todo lo que estaba ocurriendo. Y corrí unos segundos antes de detenerme al ver como Kirishima saltaba primero que yo al agua, y al momento salía con la pelimorada entre sus brazos.

-Lo siento mucho, Hashimoto-san. No sabía que no sabías nadar- Dijo Hagakure nerviosa.

-Está... Está bien- Dijo con dificultad la pelimorada, recostando su cabeza en el hombro del pelirrojo.

¿Por qué Kirishima tuvo que ser el primero que saltara? Es más, ¿Por qué Kirishima estaba tan al pendiente de ellas? Debería haber estado junto a los otros chicos, pendiente de sus juegos y carreras.

-Ya estás bien- No quise acercarme, sólo veía con recelo como el chico ponía a la pelimorada en el borde de la piscina y se secaba junto a ella.

-No te preocupes, Hashimoto-san. Me alegro que no te haya pasado nada-.

La chica giró su cabeza hacia los lados, revisando para ver si alguien más había notado el espectáculo que había hecho sin quererlo, así que antes de que nuestros ojos se chocaran, decidí girarme y fingir que nada había pasado.

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Estábamos terminado de subirnos al autobús, tuve suerte al poder sentarme junto a Midoriya en el viaje. Él no decía mucho, así que podía dormir tranquilo.

-Kirishima-kun- Escuché por encima de todo el bullicio que se presentaba en el autobús.

-¿Sí, Hashimoto-san?-.

-Toma esto- La chica le extendió una pequeña caja al pelirrojo.

-¿Qué son?- Preguntó Kirishima cusioso.

-Son pasteles-.

No sé en que momento pasó, pero yo ya me encontraba mirando fijamente como Hashimoto le entregaba los pasteles a Kirishima, y sin notarlo, empecé a apretar fuertemente mis puños.

-Hashimoto-san le acaba de dar pasteles a él, a Kirishima-kun- Mi voz salió tajante y aspera.

-¿Y eso que tiene de malo? Tal vez sólo le está agradeciendo por lo de la piscina-.

-Es cierto- Puede que lo que dijera el peliverde fuera verdad, pero eso no quitaba el hecho de que Kirishima estaba muy feliz comiendo las rebanadas de pastel dadas por la pelimorada.

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Al final del primer día de entrenamiento en el campamento, todos nos reunimos en un claro para preparar la cena y por fin descansar un poco.

Yo estaba en una mesa junto a un chico del 1-B, ninguno de los dos hablaba, y creo que eso estaba bien para ambos.

-¡Por fin!- Exclamó una voz acercándose a la mesa. Y rápidamente levanté la vista para divisar a Hashimoto... O por lo menos eso creía, ya que no podía ver su cara.

-Buen trabajo hoy, Hashimoto-san- Dije al momento en que se sentó, apostando por lo que creía.

-Lo mismo digo, Todoroki-kun- Levantó su mano, y siguiendo con la vista la manga de su suéter, terminé por chocar nuestras palmas.

Seguí comiendo tranquilamente hasta ver como la pelimorada se detenía de repente.

-¿Qué sucede, Hashimoto-san?- Pregunté.

-Nada- Negó -Sólo creo que...- Antes de terminar la frase, se levantó -Vuelvo en un momento- Y dejando su comida en la mesa, avanzó a paso rápido hacia el bosque.

Al principio sólo me extrañó su rápida salida, pero luego de que no volviera, algo empezó a impacientarme. Y no pude evitar pensar en todo tipo de razones por las cuales ella no haya decidido regresar.

-¿Tal vez no le caigo bien? No, casi siempre vamos juntos al hospital, y ella nunca se ha mostrado incómoda... Tal vez, ¿Huelo mal?- Parando un momento sus pensamientos, disimuladamente acercó su nariz a su axila -No, tampoco es eso- Su mente se iba comiendo sola poco a poco, y así se pasó su noche.

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El día siguiente al de la cena, Hashimoto apareció como si nada. Y sé que no era necesario que ella me diera explicaciones o algo parecido, pero eso no quitaba el hecho de que me hubiese gustado que por lo menos me hubiese dicho a donde había ido, y el por qué había vuelto tarde.

-Midoriya-kun- Hashimoto tocó el hombro del nombrado -Ya que somos últimos, ¿Te molesta si me voy un momento? Prometo que llegaré antes de nuestro turno-.

-Oh, no te preocupes, Hashimoto-san-.

-Muchas gracias-.

-Midoriya-kun- Mi voz salió un poco más ronca y rencorosa de lo que esperaba, pero me molestaba el hecho de que por puro azar al peliverde le tocara ser pareja de la pelimorada en el reto de valentía. Él ni siquiera hablaba tan seguido con ella, entonces, ¿Por qué no fue él su pareja?

-¿T-Todoroki-kun?- Preguntó asombrado.

-¿Quieres cambiar de pareja conmigo?- Pregunté sin rodeos, no buscaba dar explicaciones, sólo quería el cambio.