Baje la mirada. Maldije en mis adentros por tener un corazon de la mierda. Mi padre me llamo para presentarme a los recien llegados.
-Ella es mi hija, _____(tn)- dijo posando una de sus manos sobre mi hombro- hija, ellos son Michele y Austin Mahone-. Los salude cortésmente. Al estrechar nuestras manos senti una fuerte corriente eléctrica recorrer mi cuerpo. Lo mire a los ojos y ¡wow! Eran hermosos. Contemple cada parte de su rostro pero nuevamente recorde mi enfermedad y separe nuestras manos. Papá los guió a una mesa del jardin. Camine al lugar donde me encontraba antes de que ellos llegaran y me sente para mirar a mi alrededor, como lo hacia antes. Austin al parecer era amigo de Robert y unos chicos mas, hijos de los amigos de papá. Minutos despues la cena estaba servida. Papá dio el tipico sermón agradeciendo la presencia de todos, al igual que agradeció a Dios por permitirme un año mas de vida. Terminando su charla comenzamos a disfrutar de la cena. Luego de un rato sin hacer nada me dispuse a ir a mi habitacion. Iba subiendo las escaleras cuando la vista se me nublo y mis fuerzas se fueron. Senti a alguien tomarme en sus brazos evitando mi caida.
-¿estas bien?- pregunto Austin con tono preocupado. Asenti y me incorpore para segui mi caminata pero volvi a desvanecerme. Por fortuna Austin no se habia alejado asi que volvio a tomarme en sus brazos fuertes. Me tomo por detrás de la nuca y piernas.
-¿a donde ibas?-.
-A mi habitacion- dije con la voz débil y la respiraciin entrecortada.
-¿hacia donde es? Yo te llevo para que no fuerces tu corazón- dijo amable. Le indique por donde, giro la manija y me deposito con cuidado sobre mi cama. Pasaron unos pocos minutos, mi piel, respiracion, vista y latidos volvieron a su normalidad.-¿ya estas mejor?- pregunto.
-Si, muchas gracias-.
-No fue nada- sonrio. "¡Dios! No sonrias que me enamoras" pense.
-¿como sabes lo de mi corazón? ¿Porque estabas cerca de mi en el momento esacto?- pregunte.
-¿Como lo sé? No importa... Y ¿porque estaba ahi? Iba a buscar a uno de los chicos y te vi subiendo las escaleras, quise ir a saludarte otra vez y en eso caiste sobre mi... O simplemente es cosa del destino- dijo. Yo frunci el seño pero agradeci lo ocurrido.-¿necesitas algo mas?- pregunto. Negué y sonreí.-¿a que venias a tu recamara? Digo, si se puede saber- pregunto curioso. Pense unos segundos la manera adecuada para darle mis razones y suspire.
-La verdad... No me agrada festejar mi cumpleaños... Mi madre murio por mi culpa... Por darme a luz ella murio... Eso no es motivo de celebración- dije a punto del llanto. Él me miro tierno. Se quedo callado, sin saber que decir. Solo me abrazo apretandome contra él, mis lagrimas comenzaron a salir de forma silenciosa y él lo noto al separarse. Tenia la mirada hacia abajo, me tomo del menton y entrelazo nuestras miradas.
-Estas viva... Y eso es motivo suficiente para celebrar-dijo. Sus palabras fueron lindas pero para mi no eran motivo suficiente. Definitivamente tenia la autoestima tres metros bajo suelo.
ESTÁS LEYENDO
corazon...
Romanceel amor puede curar un corazon enfermo, pero por amor tomas decisiones que podrian ser las ultimas de tu vida...