parte III

34 1 0
                                    

Baje la mirada. Maldije en mis adentros por tener un corazon de la mierda. Mi padre me llamo para presentarme a los recien llegados.

-Ella es mi hija, _____(tn)- dijo posando una de sus manos sobre mi hombro- hija, ellos son Michele y Austin Mahone-. Los salude cortésmente. Al estrechar nuestras manos senti una fuerte corriente eléctrica recorrer mi cuerpo. Lo mire a los ojos y ¡wow! Eran hermosos. Contemple cada parte de su rostro pero nuevamente recorde mi enfermedad y separe nuestras manos. Papá los guió a una mesa del jardin. Camine al lugar donde me encontraba antes de que ellos llegaran y me sente para mirar a mi alrededor, como lo hacia antes. Austin al parecer era amigo de Robert y unos chicos mas, hijos de los amigos de papá. Minutos despues la cena estaba servida. Papá dio el tipico sermón agradeciendo la presencia de todos, al igual que agradeció a Dios por permitirme un año mas de vida. Terminando su charla comenzamos a disfrutar de la cena. Luego de un rato sin hacer nada me dispuse a ir a mi habitacion. Iba subiendo las escaleras cuando la vista se me nublo y mis fuerzas se fueron. Senti a alguien tomarme en sus brazos evitando mi caida.

-¿estas bien?- pregunto Austin con tono preocupado. Asenti y me incorpore para segui mi caminata pero volvi a desvanecerme. Por fortuna Austin no se habia alejado asi que volvio a tomarme en sus brazos fuertes. Me tomo por detrás de la nuca y piernas.

-¿a donde ibas?-.

-A mi habitacion- dije con la voz débil y la respiraciin entrecortada.

-¿hacia donde es? Yo te llevo para que no fuerces tu corazón- dijo amable. Le indique por donde, giro la manija y me deposito con cuidado sobre mi cama. Pasaron unos pocos minutos, mi piel, respiracion, vista y latidos volvieron a su normalidad.-¿ya estas mejor?- pregunto.

-Si, muchas gracias-.

-No fue nada- sonrio. "¡Dios! No sonrias que me enamoras" pense.

-¿como sabes lo de mi corazón? ¿Porque estabas cerca de mi en el momento esacto?- pregunte.

-¿Como lo sé? No importa... Y ¿porque estaba ahi? Iba a buscar a uno de los chicos y te vi subiendo las escaleras, quise ir a saludarte otra vez y en eso caiste sobre mi... O simplemente es cosa del destino- dijo. Yo frunci el seño pero agradeci lo ocurrido.-¿necesitas algo mas?- pregunto. Negué y sonreí.-¿a que venias a tu recamara? Digo, si se puede saber- pregunto curioso. Pense unos segundos la manera adecuada para darle mis razones y suspire.

-La verdad... No me agrada festejar mi cumpleaños... Mi madre murio por mi culpa... Por darme a luz ella murio... Eso no es motivo de celebración- dije a punto del llanto. Él me miro tierno. Se quedo callado, sin saber que decir. Solo me abrazo apretandome contra él, mis lagrimas comenzaron a salir de forma silenciosa y él lo noto al separarse. Tenia la mirada hacia abajo, me tomo del menton y entrelazo nuestras miradas.

-Estas viva... Y eso es motivo suficiente para celebrar-dijo. Sus palabras fueron lindas pero para mi no eran motivo suficiente. Definitivamente tenia la autoestima tres metros bajo suelo.

corazon...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora