Intro: u survive

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Recuerda con claridad el momento en que con máxima desesperación inhalaba sin éxito y el aire se le iba de los pulmones. Estuvo en el peor lugar en el momento equivocado y se arrepentió demasiado en ese instante de tener un arrebato.

Iba a vender su guitarra preciada, esa que le costó alrededor de un millón de wones en los días que trabajaba y estudiaba tranquilo sin problemas. Andaba corto de dinero en ese momento de su vida, con depresión y ansiedad, además de un reciente corazón roto. Se sentía lo suficientemente vacío y derrotado, que se le ocurrió dejar a su fiel amiga en manos de un extraño por un tercio de fracción del costo real del instrumento. En ese instante no le pareció la peor idea del mundo.

Claramente, lo fue.

Cruzó la calle ese día, con la guitarra en su espalda guardada en una funda rígida de color verde oscuro, para encontrarse con el comprador. Se juntaron en un café llamado Kokoneos dentro de un edificio comercial antiguo pero elegante, estaba en el décimo piso.

Una pequeña conversación surgió entre ellos esa casi noche antes de que el otro se retirara con trescientos cincuenta mil wones menos y con una guitarra de colección.

-Al menos pagó mi comida- se dijo para sí mismo, y se permitió disfrutar de esta. No pudo negar que la disfrutó, era lo más delicioso que había comido en semanas.

Ese pequeño momento en el que su estómago fue más feliz que él mismo, le dio un respiro. Se le ocurrió ir al baño, antes de volver a su pequeño hogar de una persona, dónde él se acompañaba a sí mismo, algunas veces.

En ese momento, comenzó el caos.

Se estaba lavando las manos, cantando una canción que escuchó desde su teléfono mientras se dirigía al lugar de encuentro, cuando sintió un olor suficiente para asfixiarlo y sentirlo mareado. Luego sonó una explosión a lo lejos.

-Mierda, mierda- corrió hacia la puerta del baño, la abrió y notó el pequeño instante en el que todo sucedió: la cocina, cortinas y manteles del lugar ardían en llamas. ¿Cómo se empezó a consumir todo tan rápido?

Vio la puerta del lugar, la gente había evacuado y el seguía al otro lado del local, no se veía peligroso por ahora. Debía mantener la calma.

Una explosión en otro sector lo alteró. Sintió un gran movimiento que hizo vibrar el suelo.

Un derrumbe.

Desde ese segundo sus recuerdos están borrosos. Su memoria le dice que salió del café escapando de las llamas y que logró bajar por las escaleras unos pisos. Que su mano tocó el suelo en una escena desesperada por no caer y sus lágrimas llenando su rostro. Se sentía sólo y desesperado, nunca pensó que alguna vez se aferraría tanto a su vida. Quería salir adelante de todos sus problemas de adulto joven y la vida de golpe se le quiere ir.

Otra explosión mucho más fuerte y sonora retumba haciendo que desee  rendirse. Sólo hay humo, polvo, calor y ni una salida.

Suspira y le dice a su padre que seguramente está en algún lugar cuidándolo -si es que eso sucede en realidad- que quiere vivir mejor, superarse y ser lo que siempre ha querido ser.

Recuerda ese escombro que cayó sobre su hombro, quizás en la cabeza y lo doloroso que se sintió. El calor se adueñó del aire y de sus vías respiratorias.

Ya no podía estar despierto.

-Lo-lo siento-

-Jeon Jungkook, ¡Jeon Jungkook!- le llamaban, le gritaban- ¡llamen al médico! Despertó del coma.

Siento la caricia de alguien en su pelo, una piel suave por su mano y un apretón. Aún tenía los ojos cerrados.

-Tranquilo cariño, sobreviviste-

Abre los ojos, ve a su madre y las lágrimas llegan a ambos rostros.

-Lo-lo siento-dice con voz rasposa, su garganta reseca y su boca floja.

-No es tu culpa, Kook. Estás bien-

Escucharon los golpes apresurados en la puerta-Permiso, soy el médico Kim Seokjin, te estuvimos observando todo este tiempo-se acerca hacia el recién despertado-Me alegra que se te vea bien- le da una sonrisa suave y cortés.

Lo contempla un momento y le contesta-Gracias por cuidar de mí- hace un casi reverencia mientras está acostado. Se empieza a preguntar la cantidad de tiempo que llevaba en coma, y el médico parece leerle la mente.

-Han sido dos meses. Toma, no hables más, tienes que hidratarte-le acerca una botella que está en su velador a lado de la cama de hospital-Si todo se ve bien saldrás en un par de días.

Jungkook sólo afirma con la cabeza. Así lo espera.

First Death | TaeKook•KookTae |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora