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Era el esenario perfecto, mi vista borrosa, mi rostro mojado.
Se oía las sirenas desde las escaleras.

Vino a reprocharme otra vez, y seguia insinunando sus sospechas. Cogí el celular y me puse a jugar con este alejandome.

Ella tocó varios temas, pero solo uno me afectó más, uno de mis dos mejores amigos. Dolia... pelear con mi madre no era uno de mis pasatiempos favoritos. No quería pensar en nada, sin embargo era inevitable que él venga a mi mente, tan solo cuando ella lo mencionó una ves más quería defenderlo. Y una vez más no pude...

Pero me sirvió, para reconocer lo que sentía, muy tarde lamentablemente y dolió el doble. Llegue a la puerta y no la vi atrás... ¿dónde estás? También se sentío mal por todo lo que dijo creo... yo seguía torturando me con cada una de sus palabras, cada cosa que no pude hacerlas bien.

Llegue a la sala deje las llaves y me fui a mi habitación tirándole a la cama con mis ojos que aún no dejaban de botar cada lágrima. Me acorde otra vez de él, Kim taehyung... el hacia mi vida más bonita e interesante, de lo que yo acostumbraba. Pensar que cuando llegue a esa nueva escuela seria la peor decisión que tome...

Él... apesar de mis problemas, el estaba presente siempre. Pensar de como una simple persona te da un giro a la vida, me corregí  es una simple persona NO, porque yo ya había conocido demasiadas, él era diferente.

El ruido de la puerta de mi habitación me desconcertó seguido de mi madre entrando y arreglamos las cosas, le pedí que no diga más cosas así... pero sabía que sucedería lo mismo en otra ocasión, sus palabras dolian demasiado y ya no tenía a una persona en la cual refugiarme.

AlwaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora