Odio El Amor [Moonbae/Kevcob] ~ •The Boyz

~¿Sentimientos?

Un repentino día salimos Jacob y yo hacia el centro, ya que quería comprar un cable para su güitarra y no quería ir solo, por lo que optó por invitarme.

K: ¿A qué tienda iremos Jacob?

J: A una que no está tan lejos de aquí.

Llegamos a la tienda de música y Jacob se centró a lo que iba, mientras yo miraba la sección de pianos y teclados; de vez en cuando miraba las baterias que tenían en la tienda, realmente eran hermosas.

K: +Luego vendré+.

J: Kevin, ya podemos irnos, ya compré el cable que necesitaba.

K: A, sí. Voy.

J: ¿Te interesan los pianos y teclados verdad?

K: Sí. Nunca te lo he dicho, pero estudio piano.

J: Has de tocar hermoso -sonrió apenado-.

K: No creo.

J: Estaría encantado de poder escucharte algún día.

K: ... ¿A dónde quieres ir después? -dije mientras salíamos de aquella tienda-.

J: ¿A dónde quieres ir tú?

K: Pues no se, la verd... -Jacob sostuvo mi mano y me jaló hacia él así quedando frente a frente, rostro con rostro, esto gracias a que casi caía en un agujero que había en el suelo- E-e...

J: Ten más cuidado ¿Cómo no lograste ver ese agujero?

K: P-perdón, iba distraído.

J: Ten más cuidado... no quiero que te pase nada malo... -se sonrojó mucho-.

K: T-tendré más cuidado -me alejé un poco de él- Y gracias.

J: De nada.

K: ¿Entonces a dónde quieres ir?

J: Vamos a comer algo... o no sé -rió-.

K: Vamos por unas crepas, las venden cerca de aquí.

J: Me parece buena idea.

Y fue así, Jacob y yo fuimos a comprar unas crepas, las comimos y dimos un paseo por el centro. Al concluir el día Jacob me acompañó a casa.

J: Pues... ya estamos en tu casa.

K: Muchas gracias por traerme.

J: De nada Kevinnie.

K: -reí porque sentí que me había sonrojado-.

J: Perdón...

K: Descuida, puedes llamarme así.

J: Entonces te dejo Kevinnie.

K: Sí -comencé a abrir la puerta- adiós.

J: Adiós -empezó a retirarse-.

Entré con una gran sonrisa en mis labios para así dirigirme a mi habitación. Estaba muy feliz, era una felicidad que hace tiempo no sentía, lo malo era que no sabía el por qué...

Me senté sobre mi cama y recordé todo lo que había pasado en este día. Así llegando a la conclusión que la causa del que yo estuviera feliz era aquel chico rubio de nombre Jacob.

Él es el único que me podía llegar a poner de buen humor, él que hace que me olvide de todo mi alrededor con sólo pasar rato a su lado... no sé si realmente me esté enamorando de él.

Me recosté sobre mi cama y a mi mente llegó la imagen de Jacob sonrojado, era lo más lindo que había visto en mi vida, tan sólo pensar que sus mejillas blancas se tornaron de color un rojizo me pone feliz.

Creo que realmente me estoy enamorando de él...

Pero me da miedo que no sea correspondido...