Capitulo 2: Encuentro

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Estoy en un punto de partida, pero también en un punto de inicio.

Conocere un nuevo lugar, un nuevo ambiente, nuevas personas y experimentare nuevas emociones.

Voy en el auto, el calor es insoportable, los insectos me están molestando y mi trasero me duele de estar sentado, en mi mente solo me hago una pregunta, ¿ya llegamos?.

Soy un adulto de 19 años, tengo la estatura de uno de 15 y mi mente es la de un niño de 8 años, pero que le puedo hacer, esa es mi personalidad y no la puedo cambiar.

Me irritó fácilmente y soy muy fácil de engañar pero cuando debo tomarme las cosas en serio siempre doy mi mejor esfuerzo.

El sueño fue ganando proporción, mis ojos se fueron cerrando, al poco tiempo me quedé completamente dormido.

Dormi por pocos minutos porque pasamos por un túmulo que me hizo levantado, casi a llegar al cielo o al menos así lo sentí yo.

Estaba teniendo un sueño muy extraño, yo estaba acostado en una cama y alguien lloraba en mi pecho gritando mi nombre, no me parecía alguien conocido, ni su voz ni su aspecto. Me decidí a olvidarlo ya que al fin de cuentas solo había sido un sueño.

Después de cuatro horas de camino al fin habíamos llegado a nuestro nuevo hogar, es una casa muy amplia, tiene un jardín enorme, tiene 3 habitaciones y un baño en la habitación principal y otro en corredor. Me peleé con mi mamá por el cuarto con el baño perontermine perdiendo y ahora tendré que caminar hasta el corredor.

Ayude a los señores de la mudanza y lleve mis maletas a mi habitación, empecé a pegar los pósters de mis artistas favoritos, ordené mi ropa y demás cosas.

Cuando termine de colocar las cosas me di cuenta que aún había algo en mi maleta, era una pequeña caja que en su interior contenía una pequeña pulsera, esta había sido hecha por mi mejor amigo de la infancia, era 4 años mayor y siempre me defendía de los chicos grandes que trataban de golpearme.

Ver esa pulsera hizo que me invadiera una gran nostalgia, de repente unas cuantas lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, recordar esos bellos momentos que nunca volverán es demasiado triste pero a la vez me llena de alegría haber tenido la oportunidad de vivirlos y recordarlos.

Ni se que habrá sido de él, ya que tuvo que mudarse después de que su padre se convirtiera en el CEO de una gran empresa, no entendía en ese tiempo el porque de su partida así que termine enojandome con él y diciéndole que lo odiaba, ahora que me acuerdo me siento mal por ni haberle dicho que lo quería mucho y que lo extrañaría.

Miles de pensamientos me llegaban a la mente pero el grito de mi madre avisando que haríamos a comer me hizo salir de ellos.

Salí con mi madre a conocer y a buscar un buen lugar para almorzar, sus pupilas se agradaban cual canicas al ver todos los vestidos, maquillajes y demás accesorios de mujeres, me daba gusta verla así de contenta pero por mi parte solo buscaba un lugar para comer porque ya me estaba  muriendo de hambre.

Vi un lugar de comida y se miraba realmente Rica así que tome del brazo a mi madre y la guie hasta el restaurante, cuando estábamos a punto de entrar me choque con alguien, me disculpe inmediatamente y alcé la mirada para ver si no estaba enojado conmigo.

Me quedé sorprendido, este chico se parece a la persona que vi en mi sueño, me quedé pensativo pero el sonido de su voz me hizo reaccionar.

-tu.....
Eres Krist ¿cierto?

Me quedé anonadado, ¿cómo era posible que el conociera mi nombre?

-si, mi nombre es Krist ¿cómo lo sabes?, ¿nos conocemos?.- le dije con un tono confundido.

-que coincidencia encontrarte aquí- dijo con una gran sonrisa en su rostro

-lo siento pero no se quien eres- le dije avergonzado.

-yo soy Singto, solías decirme sing sing cuando éramos niños- dijo singto tocándome los hombros.

Me quedé realmente sorprendido, hace unos momentos estaba teniendo recuerdos de él  y ahora lo estoy viendo cara a cara nuevamente, ¿ acaso esto es realmente una coincidencia?.

Un Año para estar Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora