Yoohyeon, la líder del grupo de la mafia más mortal en todo el país, no deja que nada ni nadie se salga con la suya en lo que se refiere a negocios. Con los miembros de su equipo y sus amigos, se prepara para construir el imperio más grande que nadi...
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Yoohyeon caminaba a su oficina como cualquier día, para hacer el mismo papeleo, para asegurarse de que todo se hiciera a tiempo, para asegurarse de que sus contratos estén listos y que sus envíos se realicen rápidamente. Todos los días trabajaba para ser la líder principal de su grupo de la mafia llamado The Curse Spider. La gente nunca se esperaría que alguien como ella esté al mando uno de los grupos mafiosos más grandes de todo el país. Puede parecer muy agradable y feliz, pero en el momento en que entra en modo de negocios es una persona diferente.
Nadie puede realmente hacer nada contra este grupo. Incluso los policías tienen dificultades para descubrir cómo lidiar con ellos. Lo que la gente no ve, es que cuando Yoohyeon está trabajando es una asesina. La razón por la que es la líder, una de las razones por la que otros grupos no se meten con The Curse Spider tan a menudo. Yoohyeon es una asesina a sangre fría. Cuando alguien la enoja, se nota. La forma en que mata no es agradable de ver. Incluso la forma en que mira a las personas puede asustarlas. Sabe cómo necesita actuar alrededor de las personas que forman parte de esta mafia para demostrar que sigue siendo la mejor. Todos sus trabajadores saben lo que sucedería si cruzan la línea.
El teléfono suena en su oficina. Lo mira para ver que es uno de sus trabajadores. Toma un par de segundos para respirar antes de contestar. "Habla."
"Encontramos a la rata. ¿Quieres que la llevemos?"
"Ya me conoces, Bora," dijo mientras colgaba. Bora—o como se la conoce fuera de este edificio, Sua—ha sido su mano derecha durante mucho tiempo. Desde que este grupo se inició, hasta que creció y llegó a ser lo que es hoy. Es la única persona que no le tiene miedo, ya que sabe que nunca haría nada para lastimarla, incluso en los momentos en que tendría oportunidad de asesinarla si quisiera.
Yoohyeon suspiró mientras abría su cajón para agarrar el arma que estaba almacenada allí por razones como esta. Justo cuando lo hizo, la puerta se abrió con lo que parecía uno de sus viejos trabajadores encadenados, temeroso por su vida. Se volvió hacia esa dirección con su mirada fría. Casi podía ver su alma salirle del cuerpo. Sua pateó la parte posterior de su pierna para que ahora esté arrodillado en el suelo "¿Así que tú eres el tipo que ha estado regalando mi producto?"
"N—no es lo que piensa, j—jefa," el tipo fue callado por Sua quien lo pateó y ahora estaba a cuatro patas mirándola de4sde el suelo.
"Entonces, dime," dijo mientras miraba al ahora ex empleado. "¿Qué es lo que pasó?"
El tipo dijo nada, parecía tener demasiado miedo. Lentamente volvió a ponerse de rodillas mientras lágrimas caían por su rostro, temiendo por su vida.
"¿De verdad no puedes decir nada ahora?" Dijo Yoohyeon con una risita. "Así que no es lo que pienso, cuando veo que desaparece cerca de $34,000 en una semana y veo que mi producto está llegando a otras personas. Pero no es lo que pienso, ¿verdad? No es lo que pienso, cuando te vi matando a mis hombres y mujeres solo porque intentaste tomar mi producto. Debe haber alguna otra razón, ¿verdad?" Dijo con voz sarcástica, mirándolo con sus ojos penetrantes. El hombre no respondió nada y suspiró molesta. "Bora, ¿llevaba algo encima?"
Bora se acercó y dejó caer su billetera sobre el escritorio. Yoohyeon la abrió y vio, por supuesto, dinero, tarjetas de débito, su identificación. Lo miró con una sonrisa de satisfacción y sacó una placa de policía "Creo que encontramos a un pequeño policía," dijo al ver que su rostro se ponía blanco "Se acabó el juego."
Se levantó de su silla y dejó la pistola sobre el escritorio. Se acercó mientras le indicaba a uno de sus hombres que agarrara algo. Uno de los muchachos regresó con un bate de metal. Yoohyeon lo agarró mientras miraba al tipo. Él trató de levantarse, pero Bora lo pateó para que cayera de rodillas. Todo lo que pudo ver fue el bate llegando a su cara. Lo golpeó con fuerza y lo hizo caer. El hombre se llevó las manos a la nariz y tocó la sangre que brotaba. Yoohyeon movió su cabello fuera de su rostro mientras balanceaba el bate nuevamente, golpeándolo directamente en el brazo, rompiéndoselo.
"Ahh, vete a la mierda, Yoohyeon," el tipo gritó mientra ella reía.
"Podría hacer que esto sea peor para ti," se rió entre dientes mientras balanceaba su bate con fuerza, otra vez sobre su rostro, haciendo que cayera de cara al piso. Siguió dejando caer su bate sobre el hombre hasta que ya no pudo moverse. Estaba cubierto de rojo cuando lo dejó caer a un lado para regresar a su escritorio y tomar su arma. "No te metas con The Curse Spider, maldito policía," dijo mientras disparaba su arma varias veces hasta que el tipo cayó al piso. Bora les indicó a los demás que se deshicieran del cuerpo y salieran de la habitación, dejándolas solas.
"Dios, ¿cómo pueden ser tan estúpidos?" Dijo Yoohyeon mientras se frotaba la frente, sintiendo un dolor de cabeza.
"No sé qué decirte, Yoohyeon," respondió Bora mientras se acercaba y se sentaba en la silla frente al escritorio.
"Pensé que a este punto esos tipos se volverían un poco más inteligentes por una vez, pero estaba equivocada. Dios, Bora toma el control por un par de horas. Voy a tomar un café. ¿Quieres algo?"
"Estaré bien. Cuídate, Yoohyeon."
Yoohyeon tomó su chaqueta y salió del edificio.
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estoy editando los capítulos que tenía de esto en borradores porque la traducción era malísima jajs
no sé si voy a traducir los que faltan (que son bastantes), pero tal vez lo haga si a alguien le interesa
