—Tonta despierta - la voz chillona de mi hermana me hizo desviar la vista de aquellos ojazos que me miraban con curiosidad.
—¿Que pasó? - mi hermana me señalaba cerca de los casilleros, en dónde estaban Patricia y Alicia, las ex de nuestros hermanos, nos miraban con odio y con burla
—Esas dos planean algo, ahora debemos andar con cuatro ojos - me avisó mi hermana mayor y solo asentí, era cierto, nuestros hermanos por un lado y sus ex por otro, esto no iba a acabar muy bien.
—Vale Caro tienes razón, pero dejemos a esas dos y concentremos en que estamos en un instituto nuevo y que aquí no podemos hacer lo mismo que el anterior, dónde nos tuvieron que desalojar más de tres veces - le avisé y ella solo sonrió, sabía lo que significaba esa sonrisa macabra de ella, no se iba a quedar tranquila, solo negué y caminé en dirección a mi casillero, este nuevo año quería comenzar con el pie derecho, ya bastante mal lo pase el año pasado, mi siquiera podemos volver allí porque estamos advertidos los cuatro, mis hermanos también.
Mientras pensaba en todo eso, tropiezo con algo, o mejor dicho, con alguien sin percatarme.
—¿Estás ciega o que? - una voz femenina, la más bella de todas me hizo volver a entrar en el tipo de hechizo de minutos anteriores, y volví a caer en sus bellos ojos verdes, los mismos que me miraban con interés.
—Lo siento no me di cuenta - me disculpé, no quería hacer enemistades ya en mi primer día.
—No..yo - comenzó a decir ella, pero otra voz se entrometió.
—Pues para la próxima trata de mirar por dónde pasas - su voz era chillona, y cuando voltee a ver, era la misma chica que había entrado con ella de la mano, seguro ambas eran mejores amigas, era también muy guapa pero no tanto como ella.
—Esta bien Melanie yo también tuve en parte culpa - le dijo la chica que había tropezado conmigo a la pelirroja.
—Vale, vamos - la pelirroja la alejó de mí, como si yo fuera la peste y la chica de cabello corto solo miraba en mi dirección como pidiéndome disculpa, su actitud me gustó y asentí mientras caminaba a mi casillero y sacaba las cosas para mi primera clase, que sería matemática.
—Cathy no me digas que te tocó matemática también - las quejas de Caro por la materia que más odia ya habían comenzado.
Entramos juntas al salón de matemática, dónde ya habían muchos dentro, algunos pupitres estaban vacíos, no sabía cuál decidir, Caro rápido se sentó al lado de una chica que le invito a tomar asiento a su lado, una pelinegra muy bonita y que parecía nerd por su aspecto.
Mientras tanto yo no sabía dónde ir, hasta que ví uno al fondo, me decidí por ir allí, pero al estar cerca, una chica que bien conozco se apresuró a tomarlo y con risa burlona me dijo.
—Lo siento lo ví primero - me dijo con descaro.
—Ya pues quedatelo - le hablé mal y ella solo se encogió de hombros, era la misma pelirroja de antes.
Al final opté por sentarme en uno cerca de un chico de tatuajes.
—Hola, soy Billy - me dijo amable.
—Caterine pero llámame Cathy - le dije de igual forma y el asintió.
El profesor llegó cinco minutos tarde, en los cuales tuve la curiosidad de andar por mis redes, en dónde ya era "famosa" gracias a mis hermanos, rodee los ojos al ver una foto mía con Sasha, ambas disfrazadas de chico, con bigote y gafas, la comenté, pues era una publicación de mi mejor amiga.
—Buenos días y disculpen mi retraso - la voz del profesor hizo que todos hicieran silencio automáticamente. —Bueno, como muchos ya saben, soy su nuevo profesor y como no conozco a ninguno, quisiera empezar por eso, se van levantando mencionan su nombre, las materias que les agrada el porque y así poco a poco nos vamos entendiendo- ya no me gustaba para nada la nueva prepa, en la anterior que estaba estás clases de cosas no se hacían, tuve que alzar la mano para protestar o dar mi opinión respecto a eso. —Usted, ¿Desea decir algo? - me preguntó señalandome, todas las miradas se dirigieron a mi, no me gusta mucho llamar la atención, pero estoy acostumbrada a ello.
—Pues si profesor, y con todo el respeto que se merece, ¿No cree que ya estamos mayorcitos para ese tipo de cosas? - le solté y él solo me miró alzando una ceja, era joven, le calculaba unos treinta cuánto más
—Perdon señorita...
—Caterine Guilar para usted - le dije y soltó una pequeña sonrisita corta.
—Okey Caterine Guilar, perdón si no le gusta como voy a empezar, pero lo creo necesario - me respondió con toda su amabilidad.
—¿Para que lo cree necesario? Si quiere conocernos por algo existe un "archivero" dónde los datos del alumnado está, y por si no sabe quién es quien las fotos lo podrían ayudar - alcé una ceja mirándolo tratando de calcular sus gestos, Caro veía la escena divertida.
—Tiene toda la razón, pero yo fundamentalmente trabajo así, y ya que fue la primera valiente en hablar, pienso empezar con usted - resople y solo escuché la risa burlona de la pelirroja de antes.
La clase resultó estar pesada, y ahora si apoyo a mi hermana respecto a su opinión negativa por la materia.
El timbre sonó dando por finalizada la clase.
—Bueno chicos nos vemos mañana, no olviden estudiar todo lo que les he dado hoy, mañana comienzo haciendo preguntas - finalizó el profesor y rodé los ojos, eso no me gustaba.
Mientras recogía mis cosas, no me había percatado que tenía al profesor Damián frente a mi.
—Señorita Guilar - su voz me sobresaltó.
—¿Que sucedió? —le pregunté sin mirarlo a la cara ya que aún no terminaba en organizar mis cosas.
—Queria decirle que es muy buena en mi materia, siga así - y se fue de mi vista dejándome confusa, aún así no le presté atención a eso y corrí al recreo antes de que se acabará.
—Me está gustando mates - me dijo mi hermana emocionada.
—Y yo la estoy odiando
—Somos polos opuestos
—Si - terminamos de comprar la merienda y nos sentamos en una mesa, pero como la suerte no estaba de mi lado, todo el café de alguien paró en mi camisa, y cuando alcé la vista para ver quién era, ya tenía a la pelirroja muerta de risa junto a todo el instituto siguiéndole el juego, pero mis ojos volvieron a encontrarse con aquellos que tenían un poder absoluto sobre mi, y toda la sangre que comenzaba a hervirme de la rabia, comenzó a bombear sangre haciendo que mi corazón latiera muy rápido.
ESTÁS LEYENDO
E L H E C H I Z O D E S U S O J O S //Lésbico//
RomansTodos los presentes miraban a la misma dirección que yo, a las chicas que entraban con ropas finas y bien caras, pero mis ojos solo miraban a una, la chica más hermosa que había visto, era raro como mis ojos la veían en cámara lenta mientras una can...