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Tu sonrisa me embelesa, tus ojos me hipnotizan, y tu mera presencia basta para alegrar mi existencia tan miserable.
No puedes darte una idea de lo mucho que cuesta no tenerte cerca, pero a veces parece que estamos mejor separados que juntos. No, de hecho es bastante evidente que habrías estado mejor sin mí.
Reímos juntos en el pasado, cuando alguno acababa soltando alguna estupidez, reímos hasta de lo más pequeño e ilógico.
Reímos porque a veces la vida no era tan jodida si estabamos uno al lado del otro, porque juntos somos más, y separados somos menos.
Eso pensé, hasta que me demostraste lo fuerte que puedes ser sin mi, no necesitas de nadie, vales más tu sola que conmigo cerca.
A veces, no puedo evitar preguntarme qué hice de bueno en mi vida pasada para merecerte en ésta.
La felicidad que sentía a tu lado a veces parecía tan irreal, y dolía, aún lo hace.
Duele porque a veces mi existencia parece innecesaria sin ti.Siento que necesito servirte de algo para no sentirme tan vacío, pero nada, puedes con la vida tu sola. Podías con la vida tu sola.
Mientras que yo siento que no podría dar un solo paso sin ti.
Lo siento.
Lo siento por todo y por nada.
Lo siento por no ser útil, por no ser como tú.
Solo lo siento.Confiaste en mí cuando nadie más lo hizo, quizás fue un error.
Yo jamás voy a cambiar.Solo puedo anhelar a ser tu sombra, porque siento que me complementas. Pero cuando no estás...
Cuando no estás no puedo sentir más que miedo y odio por mi mismo.
Y tal vez el problema siempre fue que esperabas demasiado de mí, cuando yo no era capaz de estar a la altura, nunca seré capaz de estar a la altura.
Te amo. Pero espero perecer pronto, y no encontrar un camino a la vida de nuevo. Porque todo lo que deseo es desaparecer, y ya no ser la oscuridad que te rodea.
Porque tú eres la luz que a mi vida le hacía falta, pero yo soy la oscuridad que puede opacarla.
Te amo, y espero que esto baste para pedirte perdón, porque igual que siempre, eso es todo lo que puedo decir.
Realmente lo siento, Mavis.
Jamás me arrepentiré de haberte amado. Pero sí de haber sido tu destrucción.─────────────
—Lord Zeref, ¿qué hace?
—Nada. Quiero que destruyas este lugar, junto con esta carta. —murmuró secamente mientras se la entregaba.
—¿No se la va a enviar a su amada? —inquirió curioso al ver que iba dirigida a una mujer.
—No se le puede entregar una carta a un muerto. —finalizó.