Sarah caminaba tranquilamente por la sala hasta que se golpea el hombro contra una silla.— ¡Oh, carajo! —Exclamo Sarah, acariciándose el hombro.
—Oh no puede ser, ¿¡Quien le enseñó eso a la niña!? —Alzo la voz fumiko.
Todos negaron rotundamente. Rápidamente fumiko empezó a interrogar a todos, como una madre.
Mientras tanto, Elián daba nerviosos sorbos a su café a lo lejos de fumiko.
ESTÁS LEYENDO
Historietas Cortas
Diversos•Bueno, como habrán leído en el título, son historietas cortas, así de simple. °La mayoría de las historietas lo protagonizan mis personajes, no obstante, no todas serán de mis personajes, también usaré los personajes de mis amigas, como peticiones...