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LADRÓN DEL CIELO

¿Cuántas veces sonreíste aún que no debieras hacerlo? Como un reflejo, algo que sólo haces porque lo has hecho tantas veces que ya se volvió automático. Una sonrisa automática, justo como la que tenía Harry ahora.

Veía personas con atuendos formales que entraban a la iglesia con el sonido de las campanas de fondo.

Si ponías atención podías ver sus rostros tirantes con muecas falsas, parecía que nadie se daba cuenta de esto o solo querían fingir que todo era perfecto.

Frunció el ceño y encorvó su espalda.

Últimamente se sentía incomodo estando allí, últimamente tenía demasiadas preguntas en su cabeza.

–Harry – volteó la cabeza para ver a su madre – hijo saluda, no seas irrespetuoso – la mujer hablaba en susurros casi sin mover los labios, intentando mejorar el comportamiento del rizado esa mañana.

– Lo siento – susurro el joven encogiéndose en si mismo y abrazándose un poco.

La madre del muchacho lo observó extrañada, este estaba comportándose muy extraño desde que abandonaron su hogar ese día. Entonces revolvió en su mente una respuesta y llegó a la conclusión de un posible malestar.

– ¿Te sientes bien, cariño? – el rizado noto la preocupación en el rostro de su madre y negó, mintió, otra costumbre que estaba adaptando hace poco – sal a tomar aire fresco, cuando te recuperes vuelve cuando antes. – Las palabras de la mujer se volvieron duras al final pero seguían cubiertas por su usual amabilidad.

El rizado aceptó y se marchó silenciosamente. Al salir se sintió un poco mejor, la incomodidad seguía ahí pero había disminuido.

Ese extraño sentimiento había estado atormentándolo las últimas semanas. Desde entonces empezó a dudar.

Suponía que sólo era una etapa que pronto se iría, quedando como un recuerdo tonto. O eso el lo que le había dicho su padre la primera vez que dejó libre una de esas preguntas que constantemente bailaban en su mente, distrayéndolo.

Pero eso no pasaba, parecía que ese pequeña duda había hecho una fiesta en su cabeza, ahora para todo lo que se mente servía era para cuestionar y hacer visibles cosas que nunca le habían siquiera importado.

Como por ejemplo el hecho de que todos en su vida hacían demasiadas sonrisas falsas y que él, en algún momento que no recuerda también comenzó a forzar los músculos de su rostro para expresar algo que en realidad, no sentía.

Comenzó a caminar hacia ningún lugar, debatiéndose si ya debería volver al edificio frente a él.

No quería estar en ese lugar, por lo menos no hasta aclarar su mente y alejar esos pensamientos absurdos de su mente. Podría fingir un dolor de estómago y no sería una completa mentira.

Salió de su ensoñación cuando sintió algo mojar su cabello, luego su espalda sus brazos y zapatos: una tormenta.

Algo tan común últimamente que comenzaba a dudar que el cielo estaba triste y demostraba sus penas llorando, liberando sus millones de lágrimas sobre su hogar, inundando todo, comenzaba a creen que el cielo gritaba sus penas y los niños lloraban cuando escuchaban sus truenos, llenos de enojos y desesperación, el cielo estaba reclamando algo y Harry quería saber qué.

Fue entonces cuando alzó la vista, observó y buscó sus usuales colores azules y mágicos, pero no estaban. En su lugar había un gris espeso que se iluminaba con cada aparición de un rayo.

Se había cometido un delito en el firmamento, el cielo lloraba porque le habían robado sus colores.

El rizado soltó una pequeña risita por las estupideces que a veces pasaban por su mente y continuó su camino por el pequeño parque.

De pronto unos sonidos algo lejanos comenzaron a hacerse presente. Campanas.

–Estúpido, estúpido, estúpido– Harry susurraba, había sido tan imbécil como para quedarse jugando y volando en su cabeza que olvidó que debía volver. Sus pies iban cada vez más rápido intentando recorrer la distancia a la iglesia en el menor tiempo posiblemente, y su mente estaba concentrada maldiciéndose, que no se entero que estaba cayendo hasta que algo duro impacto con su cuerpo.

Oops – soltó y tampoco se dió cuenta que había tropezado con otra persona hasta que escucho una respuesta.

Hola.

Harry giro su cabeza y encontró a un chico tendido en el suelo, a unos centímetros de él. Sus mejillas se enrojecieron y se levanto rápido, comenzando a sacudir sus prendas nerviosamente.

Temía que el extraño lo golpeara  aún que este había dejado salir ese pequeño  Hola con una risita y no parecía molesto, no iba a confiarse. Pero tampoco iba a dejar sus modales de lado.

–Y-yo lo siento pe-perdón y-yo – El extraño también se paró y sacudió su ropa. Styles estaba listo para salir corriendo si se atrevía intentar golpearlo, pero algo le decía que eso no iba a ocurrir

Fue entonces cuando el chico levantó su rostro, un trueno ligero como si fuera temeroso se lo dijo y lo entendió, frente a sus ojos se encontraba el mismísimo ladrón del cielo.

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Bueno hay varias personas a las que de verdad les agradezco, ellos me impulsaron a subir esto :D los tkm trolitos

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2020 ⏰

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