Gea despertó esa mañana un hermoso día con cielo despejado y pájaros silbando por doquier,a través de su gran ventanal observó las flores que recientemente habían crecido.
-sonrió- verdaderamente amaba la primavera era una de sus estaciones favoritas de todo el año, amaba los pétalos de flores en su rostro, el río relucía más que en otras épocas, los pequeños animales silvestres, pero sobre todo amaba el viento en su rostro al volar.
Caminó sobre el piso de madera de su pequeño y viejo cuarto hasta llegar a su baño, si bien su casa era vieja y un poco abandonada para ella era más que suficiente, al menos tenía un lugar acogedor donde vivir, después que fue abandonada por toda su familia por tener una extraña mutación, e incluso muchos ciudadanos de su ciudad natal la condenaban a muerte porque tenían la creencia de que su extraña mutación de nacimiento era una maldición.
En sus 19 años de edad se había mantenido oculta del mundo, encerrada ahí en sus cuatro paredes, donde nadie podía hacerle daño ni juzgarla por su extraña condición.
-Hoy es un día precioso, ¿no lo crees blue?- le dijo a su pequeño guacamayo de spix. Estos se consideraban supuestamente extintos, pero Gea lo había encontrando bajo un árbol malherido de su pequeña pata, al parecer unos cazadores habían intentado capturarlo.
Mientras alimentaba a blue se debatía internamente si salir al bosque a volar, hacia bastante tiempo que no salía, ya que podría haber muchos cazadores en esta época tratando de cazar animales silvestres.
-¡De veras quiero salir!- chillo la castaña.
Se vistió con su típica bata blanca y unas sandalias, se encaminó hacia la puerta de madera y está rechinó un poco al abrirla. Mentalmente se maldijo porque exponerse a estas horas en plena luz del día podía acabar fatal, pero la excitación que recordaba al volar podía más con ella.
Suspiró al sentir el fresco viento de primavera en su rostro, de repente de sus extremidades empezaron a emanar dos grandes alas de un color rojo vibrante como el fuego, destellos amarillentos desprendían de estas.
Gea alegremente emprendió su vuelo se sentía feliz, libre pero su paz no duro por mucho tiempo.
En pleno vuelo sintió un dolor en su pierna derecha que se fue esparciendo al resto de su cuerpo, luego todo se volvió oscuro para Gea.
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|Peter|Había salido un rato a caminar por el bosque realmnte estaba cansado esos idiotas de la taberna nunca cierran el pico, para rematar mi preciado arco que había adquirido desde que tengo memoria, había sido destrozado por lobos rabiosos,pero bueno supongo que era una señal de que debía adquirir uno nuevo el otro estaba hecho mierda realmente.
-Suspiré- hoy había sido un día pesado, aunque también lleno de dichas había cazado dos ciervos. El bosque estaba lleno de pequeños animales que son muy fáciles de atrapar, pero los ciervos son un poco más difíciles de cazar porque son más agiles.
-Al parecer no fue mala idea comprar este bebé- mencioné triunfante.
Aunque era joven era uno de los mejores cazadores de la región, por mi destreza y habilidades en esta actividad era conocido y admirado,aunque también era conocido por ser un fanfarrón ya que al igual que era habilidoso era un muy guapo para que mentir, y eso atraía a muchas muchachas y mujeres de aquella región.
Con grandes zancadas regresaba de vuelva hacia su gran casa si bien el bosque era un lugar que le encantaba prefería ir cuando la noche llegará así había más oportunidades de obtener mejores "premios".
Iba caminando tranquilamente cuando a lo lejos se escuchaban aleteos, pero no los aleteos que esté estaba acostumbrado a escuchar sino aleteos demasiados fuertes.
Este se preparó con un dardo tranquilizante y cuando creía que venía una gran águila, se quedó perplejo ante lo que estaba ante sus ojos era algo tan irreal.
Vio unas alas de un color rojizo como el fuego con destellos amarillos, pero lo más impresionante de ello no eran esas bellas alas, la portadora de aquellas alas era una chica.
Este embobado por los que estaban admirando sus ojos, soltó aquel dardo tranquilizante.
-Mierda- dijo cuando vio aquel ser caer sobre un manto de ojas secas que había alrededor del lugar
Peter corrió deprisa hacia el lugar donde el ser desconocido había caido, sus ojos se abrieron sorpresivamente cuando vio una chica tendida en aquel manto de ojas. Cuando era pequeño había oído hablar sobre seres sobrenaturales, brujas, hombres lobo pero jamás había creído esos estúpidos cuentos.
Pero se sorprendió aún más al analizar esa chica de cerca sin duda era la mujer más bella que sus ojos podrian haber apreciado. Portaba una tez blanca, sus ojos estaban decorados con unas abundantes pestañas largas, pelo largo y de un hermoso castaño, labios carnosos y rosados, mejillas sonrojadas y nariz respingona.
Por instinto bajo sus ojos hacia el cuerpo de la chica tendida sobre el manto de ojas, aunque esta portaba una bata blanca hasta las rodillas se podía observar su cuerpo bien formado, que para qué negarlo fácilmente podría despertar la lujuria de cualquier hombre, y el no era la excepción.
Realmente no tenía palabras para ponerle una justificación a lo que había pasado, pero de todas formas no podía dejar tendida a la chica que se veía tan frágil allí.
CONTINUARÁ
Bueno chicos/as este fue el primer capítulo como ya mencioné esta es mi primera historia y no tengo experiencia en esto pero si está leyendo esto espero que sepas que te amo y te amaría más si dejas tu voto💖.
!Sin más que decir hasta luego!
Pd: no olviden que los observó dormir en la noche. 👁️👁️
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Fénix©
RomantikEste se preparó con un dardo tranquilizante y cuando creía que venía una gran águila, se quedó perplejo ante lo que estaba ante sus ojos era algo tan irreal. Vio unas alas de un color rojizo como el fuego con destellos amarillos, pero lo más impresi...