Nunca había visto a alguien con tanta expresividad en su rostro, hasta que vi la cara de Byeongkwan. Sus ojos se habían abierto por completo y sus mejillas, junto con sus orejas, estaban completamente rojas.
¿Podía ser más... adorable?
—¿P—por qué? —tartamudeó—. Apenas me conoces...
Ladeé la cabeza ante su pregunta. ¿A qué se refería? ¿No se había visto al espejo? ¡Era la persona más perfecta que había visto en mi jodida vida! Sus ojos, su cabello, su insoportable manera de hacer las cosas...
Esperen, ¡estoy hablando de un chico!
—¿Recuerdas que... eh... yo soy homofo...?
—Sí, eres un homofóbico de mierda —me interrumpió. Me empujó con fuerza, así que no me quedó otra opción que darle un poco de espacio personal—. Y no sé porqué actúas de esta manera, yo..., yo...
—Ya te lo dije la noche que te conocí —comenté—. Odio a los gays, pero tú eres especial.
—¿Por qué?
—Porque... —Traté de pensar lo más inteligente posible— eres tú...
Byeongkwan desvío la mirada al escucharme. Al principio pensé que lo había ofendido, pero las simples palabras que salieron de sus labios resonaron por mis oídos. Era la primera vez que me sentía tan feliz:
—Sí, pero... nada de bromas...
Tuve ganas de abrazarlo con todas mis fuerzas. Aunque, sin embargo, como mi cuerpo aún no se acostumbraba a estar cerca de alguien como él, preferí evitar aquel movimiento. A veces los impulsos hacían muy mal. Aparte, Byeongkwan no querría que le vomitara encima, ¿verdad?
—Nada de bromas —accedí sonriendo—. Lo juro.
Ambos escuchamos el timbre que daba terminada la ante—última clase. Antes de que pudiera decir algo, Byeongkwan se acercó a mí y me besó en la mejilla, poniéndose en puntas de pie. No pude reaccionar a tiempo, ya que mi cuerpo se había puesto rígido en el lugar.
—Adiós —susurró, para luego irse corriendo.
Con mis piernas temblorosas, tuve que subir las escaleras y caminar hacia mi aula. No entendía si mi complejo de gelatina se debía a mi estómago o a mi disconformidad son ese saludo. ¿Por qué "adiós"? ¿Iba a ser la última vez que lo vería en este día? ¿No lo vería luego de clases?
¡Se supone que soy su pareja! Debía estar con él a todas horas, ¿verdad?
—Oye, Sehyoon, ¿estás bien? —Yongsun me estaba picando con el lápiz. Desde que ella volvió, Hyuna se sentaba con una nueva amiga que había hecho. No me quejé—. Pareces en shock. ¿Viste un fantasma?
—Algo así —susurré. Por suerte, el profesor ni siquiera nos estaba prestando atención—. Creo que vi a mi padre.
Sentí cómo mi mejor amiga me observó con sorpresa, sin verla. No era de esperarse que su boca estuviera más abierta que la de una pitón.
—¿Cómo? ¿Dónde? ¿Él no se había ido...?
Asentí varias veces.
—Me refiero a que lo vi en mí mismo —expliqué, suspirando—. No me considero gay ahora, pero tal vez en el futuro lo sea. Sinceramente, las chicas ahora ni siquiera consiguen que las vea.
Escuché un sonido sordo de parte de Yongsun y, al verla, noté que una sonrisa completa estaba dibujada en su rostro. Sus ojos brillaban al extremo y parecía estar a punto de subirse al banco y bailar un strepteasse.
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Cómo dejar de ser homofóbico en 5 besos [wowkwan]
FanficKim Sehyoon es homofóbico desde los seis años; edad, en la que encontró a su padre con otro hombre. Gracias a ese traumático encuentro, cada vez que Sehyoon ve a dos hombres abrazándose, besándose o mirándose fijamente, tiene náuseas. Aunque, obviam...