2/SIETE

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Narra Will.

Pasaron los días y Alice y yo nos unimos mucho más, eso me hacía sentir bien, demaciado bien se podría decir. Su compañía era muy fundamental en mi vida, aún no me explico cómo no arreglé las cosas antes, si hubiese sabido que con ella tendría esta paz mental; el pasado hubiese sido muy distinto, se los aseguro. Pero como todos dicen; "todo pasa por algo" y luego de varios obstaculos, por fin siento que recuperé a mi Alice.

Todo iba bien, hasta que recibí un mensaje...

número desconocido: Ten mucho cuidado will, o mejor dicho, cuidala a ella. Si no te separas de Alice, esto acabará muy mal, te lo aseguro. Tienes hasta mañana, o si no ella sufrirá las consecuencias... xoxo.

Y sólo con lo último, confirmé que el mensaje provenía de Karen, la única que al final de sus notas pone xoxo. Era de esperarse.

Sólo tenia ganas de gritar y mandar todo al carajo. Nada en mi vida podía ser peor, no puedo estar en paz ni un segundo, sin que algo tenga que pasar.

Lo que haré mañana le romperá el corazón a Alice, pero es por su propio bien. Conozco muy bien a Karen y se perfectamente a lo puede llegar a ser capás, y no quiero que nada malo le pase a Alice.

Iba entrando al colegio, cuando Alice se me acerca con su hermosa y radiante sonrisa a saludarme, les juro que casi me derrito.

-¡Hola Will! - dijo muy sonriente.

Iba a responder, pero Karen pasó por detrás haciendo gestos con los ojos.

-Me tengo que ir, lo siento. -respondí de la manera más fria posible, hice mi mejor esfuerzo.

Y en eso transcurrió el día, Alice buscandome y yp haciendo esfuerzos de otro mundo para ignorarla.

Karen me amenazó por segunda vez para volver con ella, a lo que acepté. Todo volvió a la "normalidad" en muy poco tiempo.

Todo estaba relativamente tranquilo, sin comtar las miradas tristes de Alice, que me rompían el corazón
No sé qué me dolió más, el hecho de que no podía hacer nada para calmar su tristeza, o la terrible noticia que oí por casualidad, en la que la madre de Alice esta pidiendl los papeles de traslado. En ese momento sentí que mi mundo se vino a bajo. Alice se cambiaría de colegio, eso significaba que ya no la vería más, el soll hecho de pensarlo, me aterra.

Pasaron los días, hasta que ese horrible día llegó. Alice estaba acomodando las cosas de su casillero a una caja para llevarse todo, cada vez que sacaba algo, sentía un vacio en mi, cada vez más grande. Las ganas de detenerla no me faltaron, pero Karen se encargó de recordarme a cada segundo lo que pasaría si yo hacía eso, lo que hacía todo aún peor.

Y hasta que ya no quedó nada en su casillero, se fué. Simplemente se fué, sin mirar hacía atrás, mientras yo moría por dentro.

A Ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora