Good for Hyung [MarkNo]

Good boy

JeNo se levantó de la cama al oír el ruido de la puerta del departamento cerrarse descuidadamente.

Miro su cuarto aún anonadado por el sueño y por el repentino despertar, hasta que se puso de pie y comenzó a caminar fuera de su cuarto, dejando al joven maknae solo en el.

No tenía nada más que un pantalón de dormir y una remera blanca cubriendo su torso, sintió un escalofrío al entrar al frío pasillo pero no le dio importancia.

Abrió ligeramente la puerta del cuarto de JaeMin y RenJun, viendo a sus mejores amigos abrazados en la cama del mayor descansando con tranquilidad. Sobre la otra cama dormía DongHyuck, con ChenLe abrazado al como si fuera un abrojo, la cabeza del menor descansado en el pecho del moreno.

JeNo quiso sonreír ante la escena, pero la preocupación de quién jodidos había entrado a la casa le era más fuerte.

Camino con sigilo hacia cocina, mirando cuidadosamente hacia sus costados hasta notar la luz de la cocina encendida y como el ruido se concentraba allí.

Sus pasos se detuvieron en la entrada a la cocina, cerrando sus ojos al sentir el aroma a alcohol y a miel inundar sus fosas nasales.

— ¿Mark Hyung?— El nombrado se dio vuelta al oírlo, mostrándole una confundida sonrisa.

—Este no es mi cuarto.— Hablo el canadiense entre risas, mirando a su alrededor, JaeNo asintió, coincidiendo con el. —Hahaha, creo que estoy un poquito borracho— Carcajeo el mayor, con esa risa tan única y contagiosa que el azabache no pudo evitar sonreír.

Mark estaba en su cocina, camisa blanca desacomodada fuera de sus pantalones negros, cabellos verdes despeinados y la expresión ida.

— Un poquito mucho.— Replicó, haciendo al peliverde reír mas fuerte para después callarlo, intentado que no despierte a los demás.

—¿Con quién saliste?— Indagó el menor, acercándose a él para ayudarlo a abrir la botella de agua contra la que luchaba.

—Con Lucas y Kai Hyung.— Le respondió, agradeciendo la ayuda y bebiendo un poco para calmar su sed.

JaeNo admiro como el agua viajaba por la garganta del mayor y como su manzana de Adam se movía al beber. Se aseguro que no se ahogara con ella y lo ayudo a cerrar la botella, devolviéndola al refrigerador.

—Puedes recostarte en mi cama si quieres.— Le ofreció al mayor.

—No quiero dormir, JeNo.— Reprochó dando unos pasos hacia el haciéndolo retroceder.

La presencia de su Hyung lo ponía tan nervioso, no sabía si era por la forma en la que sus ojos eran tan oscuros pero brillantes que podía ver su reflejo en ellos, o por como el agobiante aroma a vodka y miel se mezclaba en su aliento y que el mayor se acercará solo hacia más intenso el mareo que le provocaba la combinación.

—P-puedes quedarte mirando al tele si quieres, entonces.

Los labios del mayor se fruncieron en una línea, dándole a entender que tampoco era lo que quería.

—¿H-hyung?

JeNo no alcanzo a reaccionar, para cuando se había dado cuenta estaba encerrado entre el cuerpo del mayor y la mesada de la cocina, sus manos chocaron con el frío mármol sintiéndose nervioso cuando los dedos de su Hyung se unieron a los de el.

El Lee menor miraba al otro con sus pequeños ojitos cargados de confusión, como un cachorrito mirando a su amo en busca de amor. Y eso embriagó al mayor más que cualquier otra bebida que haya tomado esa noche.