¿Quisieras ser mi San Valentín?

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La princesa aún estaba en su cama, faltaban alrededor de unas cuatro horas para que el Hotel abriera como se acostumbraba a hacerse, el cielo aún seguía con aquel color vino que torna durante las noches, ella estaba pensando, se sentía extraña, hacia tanto tiempo que no pasaba un San Valentín sola, siempre organizaba los regalos para su pareja, tanto como con Vaggie como con.... Harold; si bien había terminado con Vaggie hacia seis meses le hubiera gustado estar con ella, obvio como amigas pero,  ella ya estaba saliendo con alguién más, Cherry Bomb, le sorprendía el hecho de como Vaggie siendo tan ordenada y tranquila estuviera saliendo con una demonio tan alocada y desordenada; no sentía celos, al contrario, estaba feliz por ella.

Se puso una bata, sus pantuflas de conejo y se dispuso a ir a la cocina, quería un poco de café, al llegar a la cocina se encontró con su socio.

— Buenos días querida -volteo a verla- veo que no has podido dormir bien, ¿Te apetece un poco de café? -preguntó esperando la obvia respuesta-

El cervatillo estaba vestido con una camisa cuello de tortuga roja con un pantalón de vestir negro y zapatos del mismo color, siempre se veía elegante, aún de madrugada.

— Claro -respondió al momento de bostezar y tallar su ojo izquierdo en señal de cansancio- con mucha azúcar, si no es mucha molestia

— De acuerdo -coloco todos los elementos en la cafetera y volteo a verla- nunca has estado despierta a esta hora, ¿Pasa algo cariño?

-la princesa suspiró- Alastor, hoy es San Valentín... -dijo cabizbaja y con una voz apagada, ella estaba triste-

— Oh...ha,ha, cariño, ¿De nuevo con eso? ¿Si recuerdas que es casi imposible encontrar el amor en este lugar, verdad? -dijo con ironía, tal como aquella ocasión- ¿Siempre te pones así en éste día? -preguntó sin mucho interés, el tema del amor nunca le interesó hasta que conoció a Charlie pero, es demasiado orgulloso como para reconocer que sentía algo, además de que desconocía el comportamiento de la gente en ese estado-

— Sobre tus primeras preguntas, ya sabes lo que pienso y sobre la segunda... no realmente no, por primera vez en años pasaré San Valentín sola -exclamó mientras volteaba a mirar al demonio carmesí enfrente de ella-

— Oh, interesante dulzura, ¿Te gustaría desahogarte?

La princesa se limito a asentir con la cabeza y tomar asiento junto al demonio, recargo sus codos en la fría barra de acero de la cocina y comenzó a hablar.

— Estuve casi dos décadas con Harold, el hijo mayor de la pareja Von Eldritch, al principio todo era felicidad pero, con el paso del tiempo esa relación se hizo tóxica, no quiero entrar en detalles pero, yo lo termine, ya hacia unos días que Vaggie me había confesado su amor, estaba tan desesperada y triste que le dí una oportunidad, reconozco que estuvo mal pero, con el tiempo logró enamorarme hasta que, con todo esto del hotel no teníamos tiempo para nosotras y el resto, tú ya lo sabes...

— Vaya, no me lo esperaba -realmente estaba sorprendido, no pensó que Vaggie haya sido plato de segunda mesa, el notaba como su socia la quería pero, también estaba tranquilo, ya sabía quién era el demonio de casi todas las fotos que están en el hotel pero, ¿Por qué no las quitaba?-

El pitido de la cafetera irrumpió en los pensamientos del demonio ciervo, quién se giro y preparó las bebidas de manera rápida.

— Ten cariño, lo necesitas -dijo mientras le ponía su taza enfrente-

— Gracias Alastor -suspiro, tomo un sorbo y lo miro- Ya que estamos hablando de esto...¿Alguna vez te has enamorado? -y le dió otro sorbo a su café-

"El Demonio Radio" estaba estático, nunca pensó que la princesa le preguntaría eso, normalmente quién la hace y le presiona no vive para contarlo, pero tratándose de Charlotte haría una de sus tantas excepciones con ella.

¿Quisieras ser mi San Valentín?  Charlastor [O.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora