Llevas varios meses diciéndole a tu abuelo si podían tener un huron.
- Abuelo, ¿podemos tener un huron- dijiste haciendo una cara tierna.
- No- dijo tratando de que no insistas mas.
-Pero ¿por qué no?- seguiste insistiendo
- Si te dejó tener un hurón al final el que lo cuidaría seria yo, por que tu tienes una agenda apretada y no tendrías tiempo para cuidarlo- dijo mirandote a los ojos seriamente
Te rendiste porque sabías que no podrías hacerlo cambiar de opinión.
Dos meses después
Estabas volviendo a Corea luego de terminar tus actividades en Japon, asi que te dirigiste primero a la empresa a hacer unas cosas y luego fuiste a tu casa a dejar todo ya que te habían dado 3 dias libres. Llegaste y tu abuelo te estaba esperando con tu comida favorita y cuando fuiste a tu habitación a dejar tus cosas encontraste esto arriba de tu cama.
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Fuiste llorando hasta donde estaba tu abuelo para agradecerle, lo abrazaste y tu abuelo estaba feliz de verte tan emocionada , pero dijo que él no lo iba a cuidar y que era tu responsabilidad.
Al final el también se terminó encariñando con el hurón y lo cuidaba y consentía mucho.
Le pusiste al hurón Yuna, ya que te gustaba mucho este nombre.
