Photobook [YoonJin]

Prólogo.

La mayoría de los relatos dicen que el blanco y el negro siempre serán opuestos pero encajan a la perfección. Uno que transmite paz y el otro oscuridad. Nadie se a puesto a pensar que el rosa y el negro son también una perfecta combinación aunque sean totalmente opuestos. Uno que acaricia tu alma como pétalos de rosa y otra desde lo más oscuro destellando con el brillo de las estrellas.

No sabe como sucedió, pero un día observando el pasillo de su colegio se encontró con aquél chico que se volvería la parte más importante de su vida, claro, después de sus pequeñas mascotas. Actualmente, sentado en la alfombra de su casa, recortaba algunas imágenes que compartía con su novio, bolsas con figuritas decorativas esparcidas por sobre todas las hojas de colores. Pronto sería el día de los enamorados, sabía que a YoonGi no le gustaba festejar algo que sólo era un tonto invento para desperdiciar el dinero y estar bajo obligación para dar obsequios a personas que algún día dejarán de hablarte. Aún así, él decide revelarse y tal vez no hacerlo cambiar de opinión, porque comparte el mismo punto de vista que su pareja. Pero sí utilizar eso como una excusa para soltar todo el romance atorado en su pecho, cree que si se aguanta un poco más, podría terminar derritiéndose como un algodón de azúcar cerca de agua hirviendo.

Hace unas semanas atrás, su mejor amigo, SooBin, le había dado ideas para hacer el mejor regalo del mundo. Un libro de fotografías, aprovechando que tenían demasiados momentos capturados en su cámara instantánea. Entonces, ahí se encontraba, pegando a su manera las mejores imágenes (en secreto, usaba solamente donde le favorecían a él), corazones en cada esquina y una letra fina adornando con frases, letras de alguna canción o alguna corta carta.

Cuando al fin la terminó, una sonrisa boba resaltó en su rostro, era cómico probablemente a la vista de los demás. Una libreta completamente negra, con un poco de blanco en la portada, una frase común decorandola, un moño negro sujetándola, pero, por dentro... Era totalmente lo contrario, todo rosa y con las cosas más románticas. Tal y como si reflejara la relación de ellos, domésticos, cálidos, con confianza de sobra, momentos divertidos, palabras románticas, bromas pesadas. Chicos que se complementaban entre sí, uno que aparentaba ser de actitud fría, seria y responsable, con el alma de un señor de más de ochenta años, el más alto de ellos, aparentando lo contrario, su actitud siendo divertida, cariñosa, infantil y extrovertida. Al final de todo, ambos eran iguales, sólo demostrando lo que ellos creían que los mantendría a salvo de las desilusiones.