𝑁𝑜 𝑀𝑒 𝑂𝑙𝑣𝑖𝑑𝑒𝑠 ; Valentines Contest 2020

10. (final)

  Era un cobarde.

  Lourdes ya había llegado a su casa y el aún no iba a verla. Le daba miedo.

  ¿Qué le diría? ¿Ella tendría alguna reacción al verlo? ¿Acaso tendría que preguntarle si lo recordaba?

  A veces las preguntas son complicadas y las respuestas son simples.

  ¿Era realmente una pregunta complicada de hacer? Claro que lo era, o al menos para él.

  Las simples respuestas que ella podría dar: si o no. Recibir un no le aterraba. Y así se sintió además de cobarde, egoísta. Ella había despertado, ¿qué más quería?

  Tomó la maceta y una foto de ambos. Se acercó a la casa y tocó el timbre. Dejó las cosas en el umbral, y antes de que alguien lo atendiera, regresó a su casa a esperar a que sus padres volvieran del trabajo.

  Pasados unos minutos, el timbre de su casa sonó. Al chico se le ocurrió que tal vez sus padres habían olvidado sus llaves.

  Al abrir la puerta se encontró con Lourdes que tenía la maceta y la foto en sus manos. Su corazón dio un vuelco.

  —Julián yo... No te recuerdo, bueno, no recuerdo a nadie. Mis padres me hablaron un poco de ti y de tus padres, que estuvieron cuidando de mi todo este tiempo, que somos amigos y también me dijeron que nosotros... — ella soltó una risita y bajó la vista sonrojada. Él supo a lo que se refería —. En fin, sólo quiero decir que, ahora podemos conocernos de nuevo, y prometo no volver a olvidarte.

  Él, con un nudo en su garganta, se echó a llorar abrazando a Lourdes.

  Los padres de la chica y los de Julián, que acababan de llegar, observaron la escena con lágrimas resbalando por sus mejillas.

  Y desde ese entonces, cada San Valentín Lourdes recibió una no me olvides.