✿ 𝖡𝗎𝗍 𝖨 𝖲𝗍𝗂𝗅𝗅 𝖶𝖺𝗇𝗍 𝖸𝗈𝗎 ✿ | ✧ KTH • JJK ✧

9.

—¿Por qué crees que la gente pide deseos a las estrellas?

—Porque hay cosas que no se pueden cumplir. Sueños que se quedan en eso, pero de alguna forma quisieras que fueran realidad.

—¿Crees que lo nuestro pudo ser el deseo de alguien?

—Creo que más bien mi carrera entra en ese concepto. Además, ¿Quién nos querría ver juntos?

—TaeHyung, tú tienes tu futuro asegurado. Y sobre lo segundo. Tal vez yo también pido deseos. Nunca dijimos algo sobre eso. —Sonrió.

—Seguro, sí.

~•~

—Tae... Tae, oye.

Despertó. La noche anterior había sido pesada. No sabía cuántas copas había bebido, pero seguro era un buen número. Se enderezó aún sintiéndose bastante mareado.

—¿Qué?

—¿Cómo que qué? Tienes una entrevista a las seis. Ve a ducharte.

Bufó. Algunas veces YoonGi dejaba de ser su productor y pasaba a ser su madre. Aunque no le molestaba del todo.

Se puso de pie en dirección al baño. Su ropa estuvo fuera y la regadera encendida. Todavía tenía tiempo, así que se duchó con calma.

No le habían dicho que el éxito era tan difícil de sobrellevar. Y no lo mal entiendan, estaba agradecido. Muchas veces todavía le parecía difícil de creer que era él quien se presentaba en aquellos grandes escenarios. Pero eso no quitaba que algunas veces fuera sofocante.

Su crecimiento había sido casi inmediato. No tuvo que luchar mucho para romper varios récords y sólo con su primer sencillo. La gente lo había recibido justo como él siempre lo había deseado. Aplausos al terminar sus conciertos, citas en programas importantes, notas llenando internet. Era impresionante al menos para él.

Salió del baño. Un traje recién comprado estaba extendido en su cama, junto con una nota cutre que rezaba un "Paso 5:30". La hizo bolita antes de lanzarle al bote de basura en su habitación.

Su teléfono vibró. Supuso que sería YoonGi otra vez, su manager o tal vez HoSeok. Hacía tiempo que no se veían debido a su agenda. Se estiró para tomarlo, mientras hacía un repaso mental de lo que según su agencia, debería de decir en la entrevista de más tarde.

Pero no pudo seguir.

Se paralizó. Un número que conocía perfectamente y creía ni siquiera existía más se mostraba en su pantalla, justo encima de un frío mensaje:

TaeHyung. Soy yo, JungKook. Escuché que te está yendo bien. Me alegro.

Quisiera saber si podemos vernos para hablar. No me ignores por favor.

¿Qué?

No. Por supuesto que no. No tenía nada que hablar con él. Mucho menos después de tanto tiempo. ¿Quién se creía que era?

Está bien. Pero más tarde. Estoy ocupado.

Mierda.