CAP 4

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LISA

-¿Valió la pena?- Dice Rosé mientras corro en la cinta, mi cuerpo empapado en sudor.

-Cada puto bocado- digo.

Ayer, cuando Rosé se fue, Jennie se levantó de un salto y dijo que tenía trabajo por hacer. Desearía que se hubiera quedado más tiempo, pero parecía entusiasmada por comenzar a diseñar mi casa. Seguí tratando de pensar en formas de hacer que se quedara, pero decidí no presionarla demasiado fuerte demasiado rápido.

La peor parte fue cuando llamó a mi puerta más tarde esa noche con un bonito cupcake rosa en el plato. Rosé olvidó sus auriculares en mi casa y me atrapó justo en ese momento. Antes de que ella pudiera decirme que no lo coma, agarré el bizcocho y me lo tragué entero. Mirando hacia atrás, estaba agradecida de que no hubiera ningún problema.

-Vas a joder todo mi trabajo duro- dice, sacudiendo la cabeza.

- Ayúdame, entrenador.- Suplico, pero el entrenador mira hacia su periódico y voltea la página.

En los días de cardio todo lo que hace es leer mientras me quejo.

-Me estás bloqueando-. Miro a Rosé, quien se cruza de brazos.

-Estoy bloqueando tu cuerpo de impurezas. Pero sí, lo siento, chica. Ese fue un momento terrible -. Le creería si no se estuviera riendo tanto ahora.

-¿Por qué no le pides una cita como un caballero?-, Dice el entrenador, sin levantar la vista. -Ustedes niños en estos días con sus mensajes de texto y correo electrónico. Ya nadie lo hace -.

¿Correo electrónico? Rosé me habla y yo solo tiro las manos. El entrenador es de la vieja escuela, pero tal vez él tiene razón. Jennie es el tipo de mujer que necesita ser cuidada. Y no estaba mintiendo cuando dije que eso era lo que iba a hacer. Ella es también el tipo de dama que merece romance. Tal vez el truco desde el principio no ha sido tratar de mantenerla en mi apartamento, sino sacarla y conocerla. Hazlo para que ella quiera entrar a mi departamento.

-Entrenador, ¿cuál es tu cita perfecta? Dale a una joven algunos consejos- le digo, y Rosé se ríe.

-En mi época, íbamos al auto cinema y trataba de meterme en ese coño durante toda la película- dice el entrenador, y casi me caigo de la rueda de la carrera por reírme tanto. Él dobla su papel y me mira.

-No seas idiota, Teddy. Invítala a cenar y tal vez llévala a bailar. -.Pienso en todas las lecciones de baile que me ha hecho tomar a lo largo de los años para mejorar mi trabajo de pies. Esa no es una mala idea.

-Simplemente no lleves a la tragona contigo.- Le lanza un pulgar a Rosé, que finge ofenderse.

-Volvamos a las historias de autocine, entrenador. Tengo la sensación de que has visto alguna mierda -, dice Rosé, pero el entrenador vuelve a leer su artículo.

El resto de mi sesión de entrenamiento pasa con una discusión profunda sobre los mejores restaurantes para ir y luego qué club. Los nombres de algunos lugares de la vieja escuela, la mitad de los cuales se cerraron en los años cincuenta. Rosé sugiere clubes donde todo lo que hacen es toparse y rechinar, y quiero poder hablar con Jennie. Para el momento en que termina y me voy del gimnasio, Rosé me dice que no vendrá en ningún momento. También envío un mensaje de texto a la empresa de seguridad que contraté para ver si terminaron de instalar las alarmas que les pregunté. Rosé no estaba mintiendo cuando dijo que la gente a veces trata de colarse y llegar a mí. Ha sucedido en varias ocasiones en los hoteles en los que nos hemos alojado. Incluso sucedió en un bote una vez. La gente está loca. Pero una gran parte de esto se debe a que quiero proteger a Jennie, y para poder hacerlo necesito saber que está a salvo.

Ella es pequeña y cualquier persona de la mitad de mi tamaño podría dominarla. No me gustan esos pensamientos en el fondo de mi mente, así que tuve que hacer algo al respecto. Cuando llego al edificio, saludo al nuevo portero y me presento. Luego hablo con el nuevo equipo de seguridad y obtengo mis códigos claves. Dijeron que alguien ya habló con Jennie y le dio todas las claves y códigos que necesita. Afortunadamente no estaba demasiado molesta por los cambios, pero tal vez si lo está puedo ofrecer la cena como una manera de explicar por qué. De cualquier manera, tengo que preguntarle antes de perder el valor o simplemente dejar escapar que me estoy enamorando de ella como una idiota.

Subo al ascensor e inserto la nueva llave, luego pincho el código. Me lleva directamente al último piso, y cuando salgo, camino por el pasillo con un propósito. Me paro frente a la puerta de Jennie y golpeo un poco fuerte, pero estoy nerviosa. Veo la sombra sobre la mirilla antes de que abra la puerta de par en par y me de una gran sonrisa. Al instante mis nervios se han ido, y todo en el mundo es perfecto. ¿Cómo puede ser que solo verla hace que mi día sea más brillante y mejor?

-Cena conmigo- le digo.

Ni siquiera le pregunto. Es una demanda. Afortunadamente para mí, se ríe y se muerde el labio antes de asentir.

-Claro, sí, eso suena bien-.

Un peso se levanta de mis hombros. Ni siquiera sabía que estaba allí, y por primera vez en mi vida, creo que podría regresar y hacer cardio una vez más.

-Quieres ir...- Miro hacia abajo y veo que solo es medio día. Maldita sea,no quiero esperar toda la noche. -¿Dentro de una hora?- Se ríe de nuevo y luego mira su ropa.

-Estoy un poco desordenada. ¿Puedes darme un poco más de tiempo?

Entonces noto que está cubierta de pintura, pero todavía se ve como la mujer más bella del mundo. Asiento, pensando que necesito ducharme también.

-Toma todo el tiempo que necesites. Si quieres, puedes tocar cuando estés lista - le digo, señalando a mi puerta como si no supiera dónde está.

Dios, es como si estuviera en la escuela secundaria y fuera a la fiesta de graduación.

-Perfecto-, dice mientras gira para cerrar la puerta.

Se detiene rápidamente y gira, casi cayendo mientras lo hace. La tomo de los brazos y la ayudo a estabilizarse.

–Panecillos con salsa, soy tan tonta. Lo siento, iba a preguntar a dónde vamos. ¿Que deberia vestir?-

-Un vestido- dejé escapar, sin saber muy bien qué decirle. Solo quiero que ella esté conmigo. No me importa si ella usa una bolsa de papel, cualquier cosa que ella use le quedaría perfecto. -O lo que quieras-.

-Está bien- dice, y sus mejillas se ponen rosadas.

Es reacia a retirar sus manos de las mías, y tampoco quiero dejarla ir.Nos quedamos allí un segundo antes de forzarme a liberarla y dar un paso atrás. Cuanto antes se prepare, más pronto podré tenerla para mí sola.

Virgin In The City (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora