Culto En Otras Regiones

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Los romanos adoptaron el culto a Apolo de los griegos con bastante posteridad, absorbiendo de manera tardía la influencia cultural de las colonias helénicas, que estaban ubicadas al sur de la península itálica (la magna Grecia), construyéndose el primer templo de Apolo en Roma en el siglo V a. C., cuando el culto helénico llevaba ya cientos de años. Como dios genuinamente griego, Apolo no tenía equivalente directo en la mitología romana, aunque los poetas posteriores aludieron frecuentemente a él como Febo.

Había una tradición en la que el oráculo délfico era consultado tan temprano como en el periodo de los reyes romanos durante el reinado de Tarquinio el Soberbio.[55]​ Con motivo de una peste en 430 a. C., se estableció en Roma el primer templo en los campos Flaminios, reemplazando un antiguo lugar de culto conocido allí como el Apollinare.[56]​ Durante la segunda guerra púnica en 212 a. C. los Ludi Apollinares (‘Juegos Apolíneos’) fueron instituidos en su honor, siguiendo las instrucciones de una profecía atribuida a un tal Marcio.[57]​ En la época de Augusto, que se consideraba a sí mismo bajo la especial protección de Apolo, su culto se desarrolló y se convirtió en uno de los principales dioses de Roma.[58]​ Tras la batalla de Actium, que se libró cerca de un santuario de Apolo, Augusto amplió su antiguo templo, dedicó una porción del botín a él e instituyó juegos quinquenales en su honor.[59]​ También mandó erigir un nuevo templo dedicado a Apolo en el monte Palatino.[60]​ Los sacrificios y oraciones en el Palatino dedicados a Apolo y Diana constituían la culminación de los juegos seculares, celebrados en 17 a. C. para conmemorar el inicio de una nueva era.[61]​

Culto celtaEditar

Apolo fue adorado en todo el Imperio romano. En los territorios tradicionalmente celtas era considerado habitualmente un dios solar y de la curación. A menudo era equiparado con dioses celtas de características similares.[62]​

Apolo del Tíber.

Epítetos y títulosEditar

Apolo Atepomarus (‘gran jinete’ o ‘dueño de un gran caballo’). Bajo este nombre Apolo fue adorado en Mauvrieres (Indre). En el mundo celta los caballos estaban estrechamente relacionados con el sol.[63]​[64]​[62]​

Apolo Belenus (‘brillante’). Este epíteto se dio a Apolo en zonas de Galia, norte de Italia y Nórico (actual Austria). Apolo Belenus era un dios solar y de la curación.[65]​[66]​[67]​[68]​[69]​

Apolo Cunomaglus (‘señor de los perros de caza’). Título dado a Apolo en un altar de Wiltshire. Apolo Cunomaglus pudo haber sido un dios de la curación. El propio Cunomaglus pudo haber sido originalmente un dios de la sanación independiente.[70]​

Apolo Grannus, que originalmente fue un dios primaveral de la curación, más tarde equiparado con Apolo.[71]​[72]​[73]​

Apolo Maponus. Conocido gracias a inscripciones halladas en Inglaterra, este dios puede ser una fusión local de Apolo y Maponus.

Apolo Moritasgus (‘masas de agua marina’). Epíteto dado a Apolo en Alesia, donde fue adorado como dios de la curación y, posiblemente, de los médicos.[74]​

Apolo Vindonnus (‘luz clara’). Tuvo un templo en Essarois, cerca de Châtillon-sur-Seine (Borgoña). Fue un dios de la curación, especialmente de los ojos.[72]​

Apolo Virotutis (quizá ‘benefactor de la humanidad’). Fue adorado, entre otros lugares, en Fins d'Annecy (Alta Saboya) y en Jublains (Maine y Loira).[73]​[63]

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