Once upon a girl

Capitulo 2

Mientras camino a la escuela pienso en mi madre, la manera en que murió, fue brutalmente asesinada por agentes de seguridad, bajo la sospecha de ayudar a personas con poderes. No dudo que lo haya hecho, era una persona muy bondadosa, según mi padre y mi hermano, nunca llegué a conocerla bien, apenas si la recuerdo, murió cuando tenía cinco años, ese día conocí a Isaac, cuando papá me contó lo que pasó, escape de casa y fui a llorar lejos, Isaac me encontró, me consoló, aun recuerdo como me abrazó mientras lloraba desconsoladamente y como no me soltó hasta que me calmara, hablamos un largo rato y luego me llevó a casa, fue a mi casa cada día después de eso durante tres meses, hemos sido amigos desde entonces, lo aprecio mucho por todo, de no haber sido por él, quizá nunca me hubiese podido recuperar de la muerte de mi madre. Lo único que recuerdo de ella es que éramos muy unidas, que la quería muchísimo y que era muy amorosa. la extraño, extraño la sensación de tenerla a mi lado, y es raro, pero extraño lo que pudo haber sido, extraño como pudieron haber sido todos los momentos de mi vida con ella, extraño lo que sería mi vida si ella estuviera conmigo, todo sería mucho mejor si ella estuviera aquí conmigo, sería más feliz, estaríamos juntas, le contaría todo, seríamos mejores amigas, sería genial… Nunca tuve la oportunidad de conocerla, sé como fue gracias a las historias de papá, me hubiese gustado llegar a conocerla realmente, tener una imagen de cómo era ella en realidad. Apuesto a que si ella estuviera aquí, Jackson no sería un agente de seguridad, no sería un asesino, seguiría siendo mi hermano, ese que siempre me protegía, era tan distinto. Cambió tan de repente, un día era alegre y detestaba al régimen por haber asesinado a mamá, pero cuando cumplió dieciocho, cambió totalmente y se enlisto para ser un agente de seguridad, quisiera tener a mi hermano de vuelta, que vuelva a ser el mismo que era antes.

Siquiera antes de darme cuenta, estoy parada frente al colegio, me doy cuenta que es la última semana de clases, en una semana voy a estar graduada, voy a tener que buscar un trabajo, aunque claro, no hay muchas opciones, ser una bailarina exótica, jamás; ser una agente de seguridad, antes muerta; o ser una sirvienta de la nobleza. Ninguna opción me agrada,  supongo que le pediré a Isaac que me enseñe como ser una carterista, no le robaré a personas de Merieta, por supuesto, sé lo mucho que trabajan para conseguir todo lo que tienen. le robaría a la nobleza, ellos nos tratan como basura, como si fuésemos insignificantes hormigas que aplastar en su camino a la grandeza, ellos merecen que les roben todo lo que tienen, incluyendo su estatus, su poder, su vida…

—¿Qué tanto haces ahí parada? ¿no crees que deberias entrar? —me dice Isaac mientras me abraza por la espalda.

—Solo estaba pensando.

—Pues, piensa menos y actúa más, ya es tarde, vamos, entremos. —dice mientras toma mi mano y me arrastra hacia el colegio.

—Espera, ¿que te pasó en el ojo? ¿estás bien?

—tranquila no fue una pelea, ni nada así, fue uno de los nuevos novios de mi mamá, estaban peleando y al parecer me metí donde no debía, pero estoy bien, tranquila.

Nada de “estoy bien”, no estás bien, y por lo tanto, yo tampoco, ese idiota me va a escuchar, nos vamos de aquí, ahora mismo. —le digo mientras suelto mi mano de la suya y lo tomo del brazo.

—¡Plátina, no! muchas gracias por preocuparte, pero solo lograrás que también te golpee, no puedo permitir que eso pase.

—Tú te callas, él te dejó un ojo morado, no voy a permitir que se salga con la suya, ¿acaso tu mamá no hizo nada?

—Estaba demasiado drogada como para entender lo que estaba pasando, pero Platina, por favor, vamos a clase.

—¡NO! ¡nos vamos a tu casa ya mismo! —le digo mientras empiezo a llevarlo a rastras hacia su casa.