—ENTONCES, ¿me dirás que era lo que quería atrapar?
Sus palabras le habían caído como un balde de agua fría al mayor de los Minamoto, Teru, o más conocido como el príncipe de la escuela, rió con algo de incomodidad al no saber que decirle a su amiga y compañera de asiento, Dosei Kyomi; quien le estaba cuestionando porque estaba persiguiendo —aparentemente— a la nada.
¿Debía decirle que estaba tratando de exorcizar al séptimo misterio?
No, si le dice eso seguramente ella lo tacharía de loco y se alejará de él, y por supuesto que no quiere eso, para nada. Nunca le había aclarado que venía de una familia de exorcistas, nunca pensó que fuera necesario ya que nunca le vería en acción, por lo menos eso fue lo que pensó en el pasado, ahora se abofetea mentalmente por eso.
Estaba bastante claro que algún día tenía que saberlo, y ese día había llegado.
—Dosei-san, ¿nunca te lo dije? —trató de ser el mismo de siempre, aparentando tranquilidad y amabilidad cuando se estaba muriendo de nervios por dentro al no saber la reacción de su amiga.
—Me has dicho muchas cosas, Teru, es difícil saber de cual me estas hablando, ¿no crees? —Kyomi mostró una sonrisa tranquila, tratando de darle a entender que no se molestara con él.
Teru se tranquilizó, mostrándole también una sonrisa.
—¿Nunca mencioné que vengo de una familia de exorcistas? Por consecuencia, yo también soy uno; estaba tratando de exorcizar al séptimo misterio —rascó su nuca bajando un poco la cabeza, esperando la reacción de la fémina.
Lo que dijo realmente sonó absurdo, pero, por su parte, obtuvo una risa, ¿Qué era tan gracioso? ¿Se burlaba de lo tonto que había sonado?
—Eso no es novedad, tu hermano me lo dijo hace tiempo, vaya que te costó decírmelo tú mismo. —Kyomi trato de decirlo con calma, pero realmente quería reírse a carcajadas por el drama del presidente del consejo estudiantil—. ¿Te preocupa que me enfade y no hable más contigo? Vamos, no soy tan tonta, no puedo alejarme de un amigo solo por eso —sonrío conteniendo su risa, la reacción de Teru al oír lo que dijo fue única—, pero, mira el lado bueno, fui yo la que te vio y no una de tus locas fans que seguramente se hubieran tirado encima tuyo para tratar de ayudarte.
Teru sonrió con tranquilidad, agradecía la comprensión de su amiga con él, ciertamente Kyomi siempre se ha tomado las cosas con calma y prefería no juzgar antes de pedir argumentos, era una muy buena chica, por eso la apreciaba mucho.
Y, sí, quizás no el tipo de aprecio que le tienes a un amigo, tampoco a un hermano.
Ah, le daba vergüenza admitirlo, pero él había caído a sus pies, no como muchos, ya que ella no tenía muchos muchachos detrás; si bien era bonita a la vista, no había captado a muchas personas, pero el haber enamorado al presidente Minamoto Teru era un gran logro, uno bastante grande, casi imposible de creer.
Bueno, había pasado, alguna vez tenía que enamorarse, ¿cierto?
El mayor de los Minamoto suspiró ganando la atención de su acompañante, que le miró curiosamente esperando que soltara alguna palabra, se empezaría a preocupar de lo contrario.
—¿Siempre has sido así de buena, Kyomi? —preguntó cruzado de brazos, apoyándose en la silla.
La menor sonrió, imitando las acciones del presidente; sabía que estaba jugando, así que seguirle el juego un rato no estaría nada mal, un poco de entretenimiento no hace daño, ¿cierto?
—Puede ser, quien sabe, ¿qué crees tú, señor presidente?
—Yo creo que me gustas. —el presidente del consejo estudiantil podría estar nervioso a la hora de revelar sus secretos, pero no sus sentimientos hacia Kyomi.
Eso fue una gran sorpresa para ella, vaya giro había dado la situación en cuestión de minutos, y todo por culpa de haberle seguido el juego a el presidente. Aunque ella no podía decirle que no, pues como muchas personas de la academia, había caído a los pies del presidente, tampoco era mucha sorpresa, casi todos gustaban de ese muchacho apuesto y galán, pero nadie imaginó que podría gustar de su mejor amiga.
Oh, es un tanto cliché ahora que lo piensan.
Kyomi trato de manejar sus nervios, jugando un poco con la situación trato de sacarle algo de ventaja, no es que no confiarse en Teru, todo lo contrario, pero quería saber por qué ella.
—¿Por qué yo? Le gustas a muchas chicas bonitas, son mucho mejores que yo, seguro te aman más.
Como respuesta, se oyó la leve risa del Minamoto al otro lado, mirándola con ternura.
—¿Eso fue una indirecta?
La joven Dosei, en respuesta, se sonrojo mientras esquivaba la mirada del presidente, encogiéndose en la silla en la que estaba sentada.
—Tómalo como lo quieras tomar, Teru —murmuró, casi inaudible para el oído, sin embargo, ni Teru sabía como la había oído.
El rubio sonrió levantándose de la silla, caminando en dirección al la menor, para así colocar ambos de sus brazos a los costados de la silla en la que Kyomi se hallaba sentada.
Ella tembló, para Kyomi era demasiado estar tan cerca del Minamoto, su corazón palpita a un ritmo descontrolado, pidiendo un respiro por tantas sensaciones que estaba sintiendo.
El aliento del Minamoto chocó contra su cara, lo que la puso aún más nerviosa bajo la mirada del mayor, quien solo pudo sonreír levemente ante tal reacción, le fascinaba verla en ese estado; temblando, sonrojada y nerviosa por su culpa.
Era un deleite.
—Lo tomo como un sí a mi declaración.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━ HEY, CUÉNTAME SOBRE LA HISTORIA QUE CONTINÚA. !!
━ El nombre del Oc, Kyomi, significa, ' pura y hermosa ' y su apellido, Dosei, tiene el nombre de uno de los planetas de nuestro sistema solar, el cual es Saturno. Me pareció una buena idea ponerle el nombre de un planeta, me gusta como suena, btw, ¿qué tal está? Me animé a escribir de Teru porque es lo mejor de lo mejor, me tiene demasiado enamorada, lloró brillos, además no sé sin quedo demasiado OOC, hdisns.
━ Un OS para empezar, quizás vaya haciendo cositas más largas a medida que avance, quien sabe. ♡
