Misión La Ciudad de la Antártida.

Capitulo once. ¡Nos descubrieron!

Los pingüinos salieron de la habitación pero un ejercito de medusas y peces los rodearon con lanzas.
Ellos levantaron sus tentáculos de sus disfraz y se los llevaron a un gran salón oscuro seco sin agua, los aventaron desde afuera pues era un campo de fuerza que dividía el agua con el salón seco. Los pingüinos comenzaron a quitarse su disfraz mientras el salon comenzo a iluminarse. Vieron una enorme fortaleza en las paredes se veía dibujos tallados y una enorme perla gigante y frente a ella una pequeña silla dándoles la espalda. Se dio la vuelta y les dijo.
- Saludos Skipper, Kowalski, Cabo y Rico.
-¿Usted es el príncipe que debemos rescatar?
-¡Asi que ustedes vienen a "rescatarle" que lastima Skipper que seas tan ingenuo.
Entonces salio una especie de consola gigante y el joven plagiado sentado en una silla flotante.
-¿¡Tu eres el príncipe Akihiko!?-
-Valla así que tú eres el pingüino insignificante que debía rescatarme.
-¿Que esta pasando aquí? ¿Que no eras tu el scuestrado?.
Aun estaba interrogándolo cuando otra persona salí atrás de la silla.
-Bueno ya basta de preguntas vallan a grano ¿que están planeando ustedes dos?.
-Bueno Skipper aquí mi amigo permiteme presentarlo el es job hijo de mi padre es mi medio hermano el fue vetado del reino el al igual que yo queremos vengarnos de la humanidad. Y del demás.
Skipper suspiro y vio que esto no era nada bueno
-¿Y cual es su plan para esa venganza?
-vez esta gran perla es una gran grúa que podemos cambiar los movimientos de la luna.
-¡La luna! -Dijo Kowalski- si cambias los movimientos de la luna cambiarias los movimientos de las olas podrías hacer una catástrofe mundial. Por favor joven recapacite no lo haga.
-Joven Akihiko usted es mas ingenuo al controlar la rotación de la luna todas las criaturas marinas podrían pedecer y eso lo incluye a usted. Es mejor que desista de esta locura y regrese con su familia
-¡Ellos no son mi familia ellos me odian!
-Joven recapacite no haga nada que después se lamente.
-¡Ya vasta de charlas Skipper tu y tu insignificante grupo se irán a con kraken!.
Un grupo de escoltas de cangrejos gigantes custodiaron a Skipper hacia el gran calabozo de kraken. Llevandolos en una burbuja gigantes y a los cuatros los dejaron ahí.