Todo era muy bonito, jamás se hubiera imaginado que asistir al colegio iba a ser una experiencia única, desde siempre insistió en ir a la escuela, tener la oportunidad de poder conocer personas de su edad para formar lazos y para ser la primera vez le iba de maravilla, los demás sonreían al estar a su lado, por esa aura que llegaba a envolverlos causando una calidez que él mantenía durante todo el día. Sólo tres semanas le tomó para acercarse al gran Inosuke cómo se hacía llamar, por lo tanto se sentía realizado ahora que al menos trataban de realizar los trabajos escolares juntos. En cierto sentido, tratar es cómo ganarse gritos de parte de uno y nervios por parte del otro, siendo el rubio un equilibro entre ambos formando un triángulo de amistad perfecto.
Zenitsu en cierta forma se divertía, la parte más difícil del día era la supervisión de uniformes donde tenia mucho miedo de decirles a los bravucones del colegio cómo debían estar vestidos de la forma correcta, de alguna manera Tanjiro saltaba a su favor teniendo así detrás al chico de camisa desabrochada, este jamás había saltado a defender al rubio, desde que el chico de pendientes llegó quiso demostrar de alguna manera que era el más fuerte y por ende, el mejor de todos recibiendo alabanzas bastantes verdaderas por parte del nuevo.
Lo más extraño era cuando llegaba la hora del almuerzo, siempre era el mismo circuito, cafetería, Inosuke robando la tarta de fresa del otro diciendo que estaba más horrible que antes aunque el rubio era un traductor de bestias llegando a pensar que simplemente le decía que cada vez estaba más delicioso, pero a la hora de sentarse a comer es cuando el pelirrojo se alejaba de todos para ir a comer en otro lado, siempre declinaba la invitación de su amigo con un amabilidad fuera de ese mundo dejando a los dos con una curiosidad bastante fuerte. Ellos dos no unían fuerzas para nada, pero luego de tres semanas rechazando al rubio y a que el de cabellos azulados se le negara el derecho de quitar la comida a su "rival", decidieron finalmente seguirlo por toda la escuela de forma figurativa.
Iban de lugar a otro hasta cruzar la reja que los separaba de los chicos de los grados inferiores, entre más paseaban más cerca estaban por descubrir el no tan secreto y duradero misterio de Tanjiro.
Quien más había quedado impresionado era el rubio, cuando una joven de cabello largo y puntas anaranjadas estaba sentada en una banca, todo el paisaje la ayudaba incluso con su uniforme, movía sus piernas blancas de un lado a otro hasta que de pronto el pelirrojo llamó su atención, está se fue a los brazos de este sin tirar el almuerzo de ambos, causando en el rubio una furia electrizante y en Inosuke un extraño pinchazo en el pecho al no saber de la desconocida, era como si el territorio de un animal fuera amenazado por otro.
No había tiempo de pensar más ya que el rubio se puso al ataque contra su amigo.
‒¡Y YO PREOCUPADO POR TI MIENTRAS ESTÁS CON UNA BELLEZA DE MUJER! ¡NO TE PERDONARÉ! ¡RAYOS TANJIRO!.
‒Zenitsu...lo puedo explicar...
‒¡Y NADA MERECES MORIR! ¿QUÉ HACES CON UNA CHICA MENOR QUE TÚ? TE ACUSARE CON LA POLICÍA.
‒Zenitsu cálmate por favor.
‒Oh...Kentaro usará la cabeza Monitsu.
Del dicho al hecho hay un pequeño estrecho para el pelirrojo, tuvo que calmar a su amigo dandole un cabezazo que lo hizo llorar, unos cuantos minutos.
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‒Ella es Nezuko, mi hermana menor, hermana él es Inosuke y él...bueno cómo habrás escuchado Zenitsu...
El ambiente no era tenso como el que se esperaba, al contrario, el rubio con un enorme chichón en la frente estaba con una expresión un tanto extraña, no se sabía si era la imaginación del resto o el rubio destellaba flores por todos lados haciendo que la chica se escondiera detrás de su hermano mayor. Cosa extraña que casi no hablara cuando todos juntos decidieron comer.
El chico que comía más rápido soltó una pequeña risa malvada antes de quitarle un sushi apanado a su compañero de al lado, que con los labios ligeramente abiertos lo observaba sonreír y era la primera vez que pasaba algo así.
Ni siquiera le molestó, tomando su vianda se lo ofreció al otro dejandolo descolocado por unos momentos, cosa que Zenitsu se divirtió ganando unos golpes de este. Lastima que no lo dejaban llevar su máscara al instituto, no sabía cómo ocultar la vergüenza que estalló en sus pálidas mejillas. Todo ello ante la atenta mirada de la única chica, que al verlos a los tres juntos sonrió, era muy bueno que su hermano haya hecho amigos en tan poco tiempo.
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→Brillo Eterno← ♪InoTan♪[En Publicación]
Random"Dime, ¿Puedes escucharme?. Necesito que me escuches..." Su doble vida es bastante revuelta llena de aventuras, sus amigos recientes y familia son su pilar para convertirse en una estrella. En una estrella que brillará para siempre. 🌊_ Esta histori...