Capítulo 7: Mil tormentas.
-¿Draco?¿Qué haces aquí?...- escuche la voz de Hermione llamándome mientras gentilmente acariciaba mi hombro para despertarme -¿Draco?- me había quedado dormido en la cocina de la cabaña después de mandar la carta a mi madre, intente enderezarme con un poco de dolor por el entumecimiento de mis músculos a causa del frío, fue mala idea no colocarme la camisa y salir solo con un pantalón.
-Lo siento, me quede dormido, hace un momento llegó una lechuza, envié la carta mi madre.- ella solo atino a sonreír asintiendo.- ¿Tienes hambre?, siendo honesto no me molesto irnos a la cama sin cenar pero justo ahora muero de hambre...- ahora fue mi turno de sonreír al notar sus mejillas coloradas cual gryffindor por el recuerdo de nuestra noche compartida en la misma cama. Viéndola mejor me di cuenta que ella se había colocado mi camisa como su pijama, se veía hermosa, simplemente hermosa.
-Ahora que lo mencionas, recuerdo haber visto un pollo exquisito en el refrigerador.-
-¿Refrigerador?.-
-Es el aparato donde has guardado la comida, se le dice refrigerador, ya que mantiene la comida a una temperatura bastante baja para que no se heche a perder tan fácilmente.-
-Eso es ingenioso, ahora entiendo por que la comida siempre estaba fría cuando la sacaba de ahí.-
-Cierto, habías prometido que resolverias mis dudas en la noche pero- sus mejillas se encendieron de nuevo mientras caminaba rumbo a "refrigerador" para sacar el pollo.- ¿Puedo preguntar ahora?
-Claro, puedes preguntar lo que quieras Hermione, ambos sabemos que tu cabeza explotaría si no lo haces, definitivamente es algo que quiero evitar.- sonreí de medio lado mientras ayudaba a sacar algunos platos y cubiertos de unos cajones que se hallaban en la cocina, por extraño que pareciera, con ella no sentía tener que guardar ningún secreto, no había nada que ocultar, ni siquiera esa necesidad de mantener a alguien ajeno a mi intimidad.
-¿Podrías contarme más sobre tu abuelo?¿Abraxas Malfoy?- noté como ignoro mi pequeña broma mientras con su varita calentaba el pollo que había dejado en la barra.- Habías dicho que gracias a él su fortuna se incrementó notoriamente, pero había algo raro en ese cuadro...-
-Si te refieres a la falta de movimiento en el cuadro, tienes razón, es extraño.- hice una pequeña pausa mientras le pasaba los platos para servir el pollo.- no conocí a mi abuelo, murió mucho antes de que yo naciera, cuando le pregunté a mi padre sobre el retrato en la chimenea y su falta de movimiento el dijo que el abuelo había dicho que ese retrato estaba encantado, que su imagen no se movería hasta que el verdadero heredero de su capacidad naciera en la familia Malfoy.- bufé un poco a recordar esas palabra y la cara de amargura de mi padre.- eventualmente cuando nací hubo cierta decepción por parte de mi padre cuando notó que no había cambio alguno en el retrato.
- Sabes, el retrato que tienen de tu abuelo me causa mucha nostalgia, quizá a verlo tan inmóvil me hace recordar los retratos en el mundo muggle.- nos sirvió una cantidad significativa de pollo en los platos, no sé si era mi imaginación o mi hambre acumulada, pero el pollo se veía realmente delicioso.- ¿Cómo fue que incrementó su fortuna?.-
-Nada del otro mundo, se alió con varios magos de sangre pura, se dice que gracias a él surgieron los sagrados 24, sus negocios "puristas" lo volvieron un hombre codiciado en el mundo mágico, cualquiera sabía que si hacía trato con Abraxas Malfoy sería beneficiado en más de un aspecto.-
-¿Entonces en eso consistía su buena estrategia?¿Negocios "puristas"?- dijo mientras empezaba a comer, yo la imite.
-Se que suena estúpido Hermione, sobre todo después de lo que hemos vivido, pero así era en aquel entonces, mi abuelo era un hombre mucho más frío y calculador que mi padre, ¿De donde crees que aprendió todo eso?.- hice una pausa mientras recordaba las narraciones llenas de orgullo de mi padre sobre mi abuelo.- aunque los Black tienen su propia versión sobre él.-
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El embrujo
FanfictionDespués de la guerra empieza mi verdadera historia, admito que nada admirable de contar, pero quizá es el hecho más valiente de toda mi vida, y todo por un par de ojos color miel de cierta leona de Gryffindor.